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ANÁLISIS BD – El fichaje de Dani Ceballos abre un dilema y coloca a Zidane en la encrucijada

de Javier Martín Prieto

El reciente fichaje de Dani Ceballos por el Real Madrid presentaba, a priori, una serie de garantías que hicieron pensar en la idoneidad de su fichaje dado lo impropio del escenario para un jugador de su calidad, en un inflacionado mercado de fichajes. Ceballos es un jugador joven, que cumplirá el próximo 7 de agosto 21 años. Un elemento diferencial, que desborda talento a raudales y aporta un plus de calidad e imaginación al equipo. Un jugador en constante progresión y mejora de sus puntos más débiles. Todo ello, publicitado en el escaparate del Euro Sub-21 y con etiqueta de ganga: 16 millones de € que el Madrid se ha encargada de aumentar para mantener la cordialidad con la directiva del Betis. Un Ferrari a precio de Fiat, que además debilitaba al Barça. Primero Asensio, después Ceballos. Doblete estratégico madridista.

Sin embargo no todo es color de rosa en el fichaje de Ceballos. La incorporación del mediocentro sevillano pone en riesgo el ecosistema de rotaciones que tan bien ha implantado Zidane en un medio frecuentemente habituado por los mismos elementos. El joven talento utrerano alimenta la superpoblación en el medio y pone a su nuevo técnico, Zidane, en la encrucijada. El técnico marsellés, que parece tocado con una varita, pondrá a prueba su excelente ‘mano derecha’ en la toma de controversiales decisiones. Con la incorporación de Marcos Llorente, el Madrid se encuentra con 7 jugadores para el mediocampo: el citado Llorente, Casemiro, Kroos, Kovacic, Modric, Ceballos e Isco. Hasta podríamos meter a Asensio en el saco, aunque Zidane lo prefiere más cerca del área. 8 jugadores para 3 puestos, teniendo a la BBC como sagrada. Una situación insostenible. Por ello Zidane debe tomar una decisión. Otorgando a Casemiro-Modric-Kroos la vitola de titulares y con los necesarios minutos de los tres mosqueteros Isco-Asensio-Ceballos, Mateo Kovacic, un constante valor al alza que no encuentra parangón en la plantilla, sufriría una reducción de minutos y progresión nada recomendable. Ya que parece el eslabón más débil, a priori, junto a Llorente. Con la ventaja de éste último de ser una especialista en la posición.

Ante esto, a Zidane se le plantean dos salidas. En la primera, de optar por la BBC como elemento indiscutible, deberá buscar salida a algún centrocampista: otra cesión de Marcos Llorente y volver a ubicar a Kovacic en el rol de suplente de Casemiro. O buscar la salida del croata, para otorgar mayor espacio a Ceballos. Sin embargo, esta opción parece la menos recomendable en cuanto rendimiento. El Madrid pierde centrocampistas, además de un talento y progresión incomparables, y con ello el control de los partidos, uno de los puntos flacos de los de Zidane. La segunda opción es el cambio de sistema, de un 4-3-3 al 4-3-1-2. Algo que no es novedoso ya que fue el sistema empleado por el Madrid en el último tramo de la temporada con la lesión del galés, a quien no se le echó en falta dado el gran nivel ofrecido por Isco en la mediapunta. Otro factor más a favor de esta decisión. El ‘Expreso de Cardiff’ acaba de cumplir 28 años y aún se le espera. La reconversión de Cristiano a ‘killer’ y la posible salida de Morata alimentan el sueño de ver a un Madrid plagado de centrocampistas. Zidane tiene un dilema, pero bendito dilema.


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