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ANÁLISIS BD - El Madrid se refuerza donde menos lo necesita

de Javier Martín Prieto

A 15 días del cierre del mercado de fichajes, el Real Madrid continúa moviéndose de puntillas en un mercado que se antoja como crucial para el rumbo del club tras las marchas de dos iconos modernos: Zinedine Zidane y Cristiano Ronaldo. Despedidas que no solo merman el plano deportivo, si no con consecuencias que trascienden ya al plano anímico o sentimental. El conjunto de Chamartín ha ido progresivamente debilitándose, tal y como dictó la dinámica de la temporada pasada y el club no ha procedido a atacar estas flaquezas.

Hace dos años, Zidane hacía gala de una de las plantillas más completas que pudieran imaginarse. A un equipo formado por Navas, Carvajal, Ramos, Varane, Marcelo, Casemiro, Kroos, Modric, Bale, Benzema y Cristano se unía un banquillo formado por jugadores que bien pudieran jugar en el once titular de cualquier equipo aspirante a la Champions. Si el marsellés miraba a sus espaldas encontraba como alternativas a Pepe, Danilo, Kovacic, James, Morata, Mariano, Asensio, Lucas o Isco.

Una amalgama de variantes encuadrada en un contexto ciertamente insostenible. Como así pasó. De los citados miembros de esa segunda unidad de oro se fueron todos menos Kovacic, que forzó este verano su marcha al Chelsea, y Lucas, Isco y Asensio, ascendidos de rango; sobre todo estos dos últimos, uno de los motivos por los que hasta ahora no se han acometido fichajes de relumbrón. Llegaron Theo Hernández y Dani Ceballos más la vuelta de Borja Mayoral y el ascenso desde el filial de Achraf Hakimi. Es decir hubo pérdidas de primer nivel en todas las líneas que se repusieron con activos aún por definir y cuyo rendimiento se encontraba marcado por la incertidumbre. El pasado año la competición desnudó el centro de la zaga y la delantera como necesidades primarias a reforzar. Vallejo es uno de los centrales jóvenes más prometedores del continente pero su cercana relación con las lesiones no le hacen avanzar. Arriba se echó de menos el gol de no mediar la figura de Cristiano, que ya no está.

Sin embargo, a día de hoy, el Real Madrid solo ha invertido 73 millones de € en posiciones que ya tenía cubiertas. En la portería se pagaron 35 millones de € por Thibaut Courtois y 8 por Andriy Lunin cuando Keylor ha demostrado poder confiar en él, mientras que por 40 llegó Odriozola para competirle el puesto a Carvajal.

Se marcharon Cristiano, Kovacic, Achraf y Theo y nadie ha llegado para suplirlos, excepto Odriozola por el marroquí. Por Theo, parece que Reguilón ha ganado la oposición, mientras que ante la dudosa fiabilidad física de Vallejo no se ha actuado cuando una figura como la de Marcos Alonso podría matar dos pájaros de un tiro. Por Kovacic se confía en Dani Ceballos y se negocia por Thiago, de un perfil similar cuando se echa en falta cierta dosis de vigor y derroche de energía cuando no está Casemiro. Y por Cristiano, insustituible, llegó Vinicius, con buena pinta pero aún sin meter al horno.  Es decir, la plantilla siguió debilitándose, a pesar de disponer de músculo económico, bajo el yugo de esta nueva política dominada por la oportunidades de mercado (véase Courtois) o la apuesta por jóvenes valores (Ceballos y Vinicius o Lunin). Un aspecto que denota que el futuro parece estar engullendo el presente del conjunto blanco.


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