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ANÁLISIS BD - El nuevo Madrid y la gestión de la transición dulce

de Javier Martín Prieto

El Real Madrid es el rey del mercado. Entre la jungla de millones de fondos extranjeros el león viste de blanco. Se mueve con sigilo, agazapado, esperando el momento perfecto para agarrar a su próxima presa de la manera más inteligente. Y lo hace mientras el macho alfa de la manada se debate en la permanencia y la partida, algo que condiciona sobremanera, indudablemente, la estructura del equipo. El Madrid ha pasado de Rey Midas a estratega de primer orden, con el añadido de no disponer de un director deportivo en sí y un organigrama poco definido. La transición del equipo blanco se dibuja con razón y armonía.

A falta de oficialidad. El primer movimiento fue Marcos Llorente, que se ganó su vuelta a motu proprio con el galardón especial de ser el máximo recuperador de balones de la Liga (302 balones). El canterano es un veterano en el cuerpo de un adolescente. La potencia física de un chaval combinado con el tesón de un habituado al máximo nivel, a pesar de haber permanecido nada más que una campaña en Primera. Vendrá a oxigenar el puesto de pivote y a 'hacer' que Casemiro pierda el rol de intocable que se ganó por méritos propios, y por falta de sustituto. No influirá en el 'escenario Kovacic' ya que Llorente es un pivote puro, un cinco al viejo estilo con buena lectura táctica de los partidos, gran despliegue y limpia salida de balón. Con la salida de James el croata tendrá más minutos como volante mixto. Tras el canterano, y ayudado por el prematuro adios de Pepe, Jesús Vallejo fue el siguiente. El central aragonés maravilló en Alemania despertando los elogios de todos el país al frenar a delanteros de la talla de Lewandowski o Aubameyang y los informes sobre su actitud fuera de los terrenos de juego es irreprochable. Hablan de un jugador muy maduro. Ramos debe tutelarle y aprenderá de los mejores. Alto, fuerte y rapídisimo, es un seguro en las coberturas, por lo que permitirá al Madrid jugar a campo abierto, además de tener buena salida de balón.  Theo Hernández, golpe moral al Atleti a parte, llega para 'apretar' y poder rotar a Marcelo con un menor riesgo del que se corría con Coentrao. El francés aportará profundidad, caudal ofensivo y potencia física en la banda izquierda.

Muy a largo plazo llega Vinicius, del que todavia no conocemos mucho dada su corta trayectoria en la élite. Quién sabe si será él el que ocupe el trono de Cristiano o el pluripronunciado Mbappé ya será blanco. Lo que es seguro es que el Madrid deberá buscar en el mercado el rol de 9 suplente que ejerció Morata esta año y el mercado ofrece pocas opciones ya que Mayoral asumirá el papel de Mariano al no estar cuajado para ese papel. Mbappé, con miras en el infinito y en pleno periodo de crecimiento, es una opción poco aconsejable. Más aún si permanece Cristiano, aunque el panorama cambiaría radicalmente si la amenaza de Ronaldo se torna real. Ante esto Mbappé vería su camino despejado en la delantera merengue. Aunque el nombre del momento es Ceballos. El utrerano se ha confirmado en el Euro sub-21. Juega y hace jugar. Mediapunta de técnica y conducción exquisita reconvertido a mediocentro todoterreno gracias a su progresiva mejora física. Unos 15 millones de claúsula que parecen irrisorios y que tientan al Madrid, que lo dejaría cedido en su club en su plan de ‘becarios’ para su próxima transición dulce: gestionar el envejecimiento de Luka Modric, que cumplirá 32 en septiembre. Éste es el nuevo Madrid, que invierte con fuerza en el futuro.


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