ANÁLISIS BD - El primer título de Solari: ¿confianza para este 2019?
Santiago Solari ha llegado al Real Madrid en un momento complicado de la temporada. Con el equipo noveno en tabla, un resultado bochornoso ante el Barcelona y unas actuaciones muy pobres en Champions, Julen Lopetegui tuvo que despedirse de la Casa Blanca. En su lugar llega un tipo callado, con una sonrisa que recuerda mucho a la que llevó Zidane cuando entró en aquel enero de 2016.
En la temporada 15/16, el Real Madrid se desprendió de Rafa Benítez por la mala imagen que tenía el equipo. Una eliminación patética ante el Cádiz en Copa del Rey, un mal resultado ante el Barcelona y actuaciones muy pobres en Champions League. En la mente de todos los madridistas estará la pitada que dio la afición al equipo tras haber ganado por diez goles a dos ante el Rayo Vallecano. En enero de 2016, un empate a dos en Mestalla ante el Valencia hizo que Florentino tomara la decisión de echar a Benítez. En su lugar llegó Zidane, el cual consiguió que el equipo aumentara las vitrinas con una nueva Champions más.
Casi tres años después, el equipo torna peor que con Benítez. El equipo ha marchado noveno en la tabla, con un título europeo perdido ante el Atlético de Madrid, una manita del Barcelona y partidos que no pasarán a la historia por el mejor fútbol del equipo. Julen Lopetegui salió del vestuario por la puerta de atrás. Santiago Hernán Solari Poggio lo tuvo claro desde un principio. Él debía comportarse igual que Zidane. Sonrisa en sala de prensa y buenas palabras hacia el grupo. La fórmula le está saliendo bien al técnico interino.
La imagen del equipo se ha conseguido mejorar, sobre todo con el Mundial de Clubes obtenido. Pero es que además, el equipo de Solari ha logrado pasar como primero de grupo en Champions League, además de una buena imagen en Copa del Rey ante el Melilla. Todo ello hace que las sensaciones mejoren de cara al próximo año que se viene. Unas sensaciones mejoradas, que han sido protagonizadas por el buen torneo que ha hecho el equipo en Abu Dhabi. Había que ganar a los fantasmas del pasado del Kashima. Y lo hicieron. En la final ante el Al Ain se vio la mejor versión de Modric, así como un Sergio Ramos que emuló el cabezazo de Lisboa. Sin dudas, el Madrid ha terminado el año mejor de lo que podía esperar. Ahora habrá que ver cómo está la confianza del equipo. Eso se podrá observar en el próximo partido ante el Villarreal en la Liga.