ANÁLISIS BD - La banda diestra del Athletic, el camino hacia los tres puntos para el Madrid
Se consume el 2019 con un nuevo envite de enjundia en el Bernabéu. Aterriza un coloso como el Athletic Club en Chamartín, único equipo que puede presumir junto a Barça y Madrid del lujo que supone no haber descendido de categoría ni una sola vez en su dilatada historia. Y con el mérito que supone conseguirlo con una política de reclutamiento basada en talento joven y de la casa, declinando la opción del dispendio, más característica de los dos transatlánticos del fútbol español.
Si el Madrid tendrá la forzada baja de Casemiro, el escuadrón vasco rendirá tributo al Paseo de la Castellana sin su bastión en el costado diestro: Ander Capa. La seña de identidad de este Athletic de Garitano reposa en sus prolíficos carriles. El de Portugalete, fuera de cobertura por la misma razón que Casemiro, registra en LaLiga un tanto y 4 asistencias, mientras que Yuri por la banda opuesta ha convertido 2 goles. Ambos son indiscutibles en la pizarra, y tan solo han descansado por causas de fuerza mayor, habiendo disputado 15 y 17 envites respectivamente. Hoy será Iñigo Lekue el encargado de sostener a los suyos en la línea de cal más explotada por el Real Madrid, suponiendo el engranaje menos engrasado del pentagrama foráneo.
Una de las múltiples noticias que explican la resurrección del equipo de Zinedine Zidane radica en su inclinación del campo hacia la izquierda, perfil derecho para los rivales cuando defienden. Por allí suele estar Hazard, aunque hoy su verticalidad será suplida de nuevo por una de las múltiples opciones que ofrece el abanico: Isco, Vinícius o Bale. Benzema, con su tendencia inherente a levitar por cualquier zona del campo, también suele dejarse ver por aquellos lares, mientras que el convoy Mendy será el encargado de doblar para buscar la profundidad. Kroos, rejuvenecido, también vuelca su fútbol por aquel sector para generar superioridades. Demasiada avalancha para un Lekue con tan solo cuatro presencias esta temporada en el campeonato, repartidas con una media de 14 minutos por encuentro. Si no llegan coberturas en tiempo y forma, el partido se le puede hacer eterno si el Madrid explota con éxito desde el encerado su razón de ser en los últimos tiempos. Será una fortaleza plausible contra una debilidad maquillada. David contra Goliat.