ANÁLISIS BD - La pizarra de Julen: juego posicional, presión alta, sistema fetiche y pieza visagra
Julen Lopetegui toma el mando del transatlántico blanco. En medio de una gran parafernalia y la conmoción tras las sucesivas y sorprendentes despedidas y destituciones de Zidane y el técnico vasco, respectivamente, el Real Madrid ya tiene cabeza visible que dirija su proyecto. Lo hace además ipso facto gracias al visceral acto de Luis Rubiales de dejarle sin el premio del Mundial.
Pero no hay bien que por mal no venga, al menos eso pensarán Julen y el Madrid, que podrán, desde ya, trazar la hoja de ruta a seguir. ¿Cómo? Uno de los puntos fuertes del nuevo inquilino del banquillo es su maestría en torno a la táctica. Desde Bernabéu Digital ilustramos la pizarra de Lopetegui tras sus pasos por la Sub21 española, el Porto y la selección absoluta. Equipos con patrones comunes y que a buen seguro repetirá en el Bernabéu. "Quiero crear un grupo tremendamente ambicioso", afirma el propio Lopetegui en su web.
El 4-3-3 su sistema fetiche.
En los tres equipos mencionados ha quedado patente la huella de Lopetegui. Aunque es capaz de amoldar el sistema a los jugadores, el técnico de Asteasu es proclive al 4-3-3. Su prototipo es el de dos centrales fuertes, con buen juego aéreo y salida de balón acompañados por laterales largos, casi convertidos en carrileros; algo innegociable. Danilo, Carvajal, Alex Sandro, Alba o Alberto Moreno, son ejemplos de ello.
En la medular, un pivote con buen manejo de balón (Illarra, Casemiro o Busquets) acompañado por dos volantes híbridos defensa-ataque (Thiago, Koke, Héctor Herrera, Iniesta u Oliver). Arriba, dos extremos con tendencia a trazar la diagonal hacia dentro para dejar hueco a las subidas de los laterales (Isco, Silva, Tello, Brahimi). Como referencia en la punta, siempre ha solido usar un delantero de choque pero que sepa jugar de espaldas y bajar a tocar cuando sea necesario; véase el caso de Jackson Martínez, Morata o Diego Costa.
Juego posicional con predominio de la posesión
A partir de su efectiva gestión del vestuario, “hay que potenciar la gestión mental y emocional del jugador”, la premisa principal será construir el juego a partir del balón para buscar la superioridad numérica zonal. Algo que el Madrid ya tiene instaurado en su chip dado los jugadores que tendrá a su disposición Lopetegui. El vasco busca acumular hombres en determinadas zonas del campo mediante el toque para acabar descargando a zonas contrarias para atacar el espacio. Por ello cobran importancia los grandes pasadores en largo como Kroos, Modric, Varane o Ramos, el talento de Isco y los hombres punzantes como Asensio o Cristiano. Sin embargo, sabe que no puede dejar de lado la baza del contraataque, gen natal del conjunto blanco propulsado por el dinamismo y la zancada de sus atacantes en fase ofensiva. "Como entrenador aspiro a que mis equipos dominen todas las facetas del juego, tanto ofensivas como defensivas". Sería de necios prevalecer un método, ambos tan válidos como efectivos para llegar al gol. Julen sabe que en el término medio está la virtud.
La presión alta, innegociable
Otra 'tatuaje' de los equipos de Julen es la presión asfixiante en campo rival. A la defensa con balón se añade el dogma de que, cuanto más arriba se recupere, menos toques habrá que dar para acercarse a la portería. En consonancia, más lejos se estará de la propia. El esfuerzo en la presión es algo innegociable. Por ello, el sentimiento colectivo del equipo, para realizar esto de manera efectiva, ha ser de excelso.
Cristiano, la pieza visagra
El portugués tiene la llave del esquema. Su progresiva relación con el área le aleja del extremo, donde parece complicado volver a verle. Competirá con Karim por un puesto en la delantera o deberá amoldar ese 4-3-3 Lopetegui a las capacidades dominantes del portugués. Ramos y Varane tienen salida limpia de balón. Odriozola se sumará al ‘corte’ de lateral que son Marcelo, Carvajal o Theo. A Casemiro lo amasó el propio Julen. Se relame con Modric y Kroos y ha tentado a Thiago Alcántara armar un duelo de fantasía con Isco y Ceballos. Arriba, Benzema parece un ‘9’ que se amolda a su libreto. Cristiano y Asensio aparecen como hombres verticales, con gol. El verso distinto. Bale tendrá que charlar con él, aunque parece más fuera que dentro.