ANÁLISIS BD - Mucho más que un partido
Tras el tinte utópico que el Real Madrid ha imprimido a la disputa por LaLiga, es más que probable que para muchos, el Real Madrid-Villarreal de mañana carezca de suficientes alicientes. Un partido que, sin embargo, enfrenta a dos de los mejores clubes del fútbol español.
Más allá de que la situación blanca no se asimile ni por asomo al paraíso y se haya dejado escapar el tren con destino a la conquista de la competición doméstica, el partido de mañana encierra más trampas de las que parece. El Real Madrid es 4º con 32 puntos, cuatro más que el mañana conjunto visitante, que se sitúa 6º con 28 unidades. Entre ambos descansa un incierto Sevilla, que suma 29 y deberá disputar otros tres nuevos puntos el domingo, a partir de las 16:15h. en Mendizorroza.
La victoria madridista, además de ser una necesidad, es una obligación. El Real Madrid no sabe lo que es celebrar un triunfo liguero desde hace un mes, allá por el 9 de diciembre cuando los blancos endosaron un contundente 'lustro' de goles al Sevilla en 45 minutos apoteósicos.
Recuperar sensaciones, agradar a una afición contrariada y alejar al fantasma que amenaza con expulsar al Madrid de los puestos de acceso a Champions, se antojan motivos más que suficientes para que Zidane y sus hombres pisen el verde con la suficiente firmeza y actitud para hundir al 'Submarino'. Porque ese es precisamente uno de los factores que muchos olvidan: el Real Madrid-Villarreal ha adoptado un cartel de duelo directo. A Zidane sigue sin convencerle Ceballos, que siendo uno de los futbolistas más en forma de la medular, volverá a ver a sus compañeros desde la grada.
El equipo carece de estrategia clara hoy por hoy, con un juego por dentro que se disipa. Turbio y renqueante, con unos engranajes oxidados que fuerzan a que se confíe todo a las bandas, con llegadas y centros que no fructifican. Además, de los últimos 6 partidos, el Real Madrid ha encajado 8 goles, un promedio de más de un gol por partido que contribuye a reflejar la delicada situación. Teniendo en cuenta, además, que entre los rivales se encuentran clubes muy inferiores como Al-Jazira o Numancia.
El Villarreal no ha puesto precisamente la alfombra roja en los últimos cruces, tampoco en el Bernabéu, donde el Madrid también se atasca. La marcha de Bakambu y el batacazo copero, se convierten en máximas más que suficientes para que el conjunto liderado por Bacca busque dar un golpe de efecto en el coliseo blanco para voltear la situación.