ANÁLISIS BD - No solo no hay revolución, sino que tampoco hay proyecto
"Vamos a cambiar cosas para el próximo año", anunciaba Zidane el pasado 11 de marzo en su regreso a la comandancia de un transatlántico hundido. El técnico francés se presupuso como el auténtico mesías del madridismo, que se agarró a él respaldado por tres Champions en tres campañas consecutivas. El mantra "con Zidane nada puede salir mal" se instauró en el imaginario colectivo del aficionado blanco, quien asocia al galo con flashes de triunfo y prosperidad. Pero no es oro todo lo que reluce y hay mucho más allá de lo que dejó el pasado.
No queda ni un ápice del Real Madrid que se vendió la pasada primavera. De hecho, nunca existió. Los seguidores exigían una revolución visto el nivel ofrecido la pasada temporada, cuando a tres meses de su ocaso ya no había opciones de disputa alguna por ningún título, pero nunca llegó. En su lugar, 300 millones de euros en seis jugadores: Hazard, Militao, Jovic, Mendy, Rodrygo y Kubo. Solo el primero llega con la vitola de titularísimo, mientras que el resto de apuestas solo llenan un armario colmado de harapos. El Real Madrid puso el colofón a su estancia en Estados Unidos encajando una hilarante goleada de su vecino: 3-7. Y fueron pocos. El pretexto de que es pretemporada se invalida cuando la preparación previa al arranque de la campaña sirve para ver qué lugar ocupa cada uno, y ahora mismo el Real Madrid vaga por el inframundo futbolístico. Los tres choques se encararon por debajo en el marcador, a cual más temprano, lo que evidencia la falta de actitud de todos los integrantes que partieron hacia el otro lado del charco. Para el Real Madrid no ha sido pretemporada, sino una gira. Un derbi siempre es un derbi, y el prestigio no era lo que había que poner en juego en ninguno de los tres envites, pero nadie piensa en aquellos aficionados afincados en Houston, Washington o Nueva Jersey que suspiran por disfrutar en vivo de su equipo una vez al año. Si se lo han podido permitir, hoy todos estarán muy decepcionados, como quienes trasnocharon a pesar de madrugar.
Sin embargo, tras la sonrojante paliza, parece haber servido la victoria en la segunda parte. Bochornoso después de encajar más de media docena, ese no es el análisis. Jugadores dispuestos a comerse el césped y de los mejores en tramos abruptos del pasado curso como Llorente o Ceballos ya se han ido. Mientras, una ofensiva que no arranca se permite el fastuoso movimiento de desprenderse de De Tomás tras sus dos fabulosas campañas en el Rayo, pero Zidane ni le probó. Mariano, tras su ingente progresión en el Lyon, solo calienta el banquillo. La lesión de Mendy viene a confirmar el error de haberse desprendido de un Reguilón que fue un avión al lado de triciclos el pasado curso. 50 millones de euros en un suplente asiduo, porque Marcelo seguirá siendo amo y señor del carril zurdo. Pero a 'Zizou' se le antojó. Si eso ocurre, el Madrid echa el resto, pues el entrenador galo tiene demasiado peso en las decisiones. Más del que debería, aunque su curriculum hipnotiza a la directiva blanca, que lo fía todo a los caprichos de su director de orquesta. Zidane, el Real Madrid no es la Selección Francesa, y la colonia francófona en el vestuario crece al mismo ritmo que la desesperación de los fieles. Por ahora, Dupont tampoco mejora a Pintus, y es que el Madrid físicamente sigue estancado en la 18/19.
Pogba no es la solución a la crisis del Real Madrid, que pide a gritos una reestructuración urgente de la plantilla. El once inicial hay que reformarlo casi en su totalidad, y dar salida a jugadores inapetentes que no dan más de sí tras una época de triunfos. Se va el futuro, como Vallejo este mediodía, y aunque solo sea como cedido, la estrategia es cuestionable. El club se mueve en la improvisación y después de resonar todo el verano que James se iría, ahora no está claro tras la lesión de Asensio. El Madrid no tiene un plan, pero "es lo que hay", decía Zidane anoche ante la prensa. No es un derbi para olvidar, sino para tener más que presente. A este paso, el Real Madrid volverá a quedar fuera de juego por todo a las primeras de cambio.