ANÁLISIS BD - Tres centrales y dos carrileros, un sistema tan actual como resolutivo

Muchos equipos han optado en el fútbol de hoy por adoptar un sistema con cinco defensas, o más bien con tres centrales y dos carrileros. Lo saben bien por la capital hispalense, con el Betis de Setién y el Sevilla, en Londres con el Chelsea de Conte en su día, el Atalanta, Wolves, Levante...e infinidad de equipos. Sin embargo, no es habitual entre los grandes de Europa. No es propio de Barça, Bayern, City, PSG o Liverpool, por ilustrar con varios ejemplos. Ayer Zidane dispuso de ello en Austria y no desentonó, por lo que podría ser la tónica a partir de ahora para proyectar al Real Madrid.

Para contar con una formación de estas características hace falta mantener un amplio fondo de armario en centrales. Al ser tres los que juegan, al menos se ha de disponer de cinco. Seis si deseas tener las posiciones perfectamente dobladas. En este caso, la salida de Vallejo se antoja contraproducente en relación con el sistema, por lo que sería necesario que los blancos reforzasen la posición o la complementasen con jóvenes canteranos como Adrían de la Fuente. Por otro lado, los carrileros deben ser muy largos, pues la banda al completo será su hábitat natural tanto en ataque como en defensa. Militao, que en el Oporto se desenvolvió tanto en el eje de la zaga como en el lateral, puede ser el gran beneficiado por la mutación de la posición de las piezas, pues como central derecho puede caer a banda y ejercer la cobertura para Carvajal. En el centro, Ramos como líbero, con los galones de sobra conocidos para comandar la zaga e impulsar al equipo en salida de balón en conducción o mediante desplazamiento desde atrás. Marcelo, por su parte, puede vivir con más holgura en campo rival e incidir con frecuencia como un puñal, su gran virtud.

Al igual que no porque haya más delanteros sobre el campo se ataca mejor, tampoco al contrario con más defensas, pero con tres centrales y la presencia del doble pivote con Casemiro en el medio se puede liberar con más frecuencia al lateral zurdo. Precisamente el propio centrocampista brasileño es otra de las claves. Si ya de por sí lo es en el Real Madrid bajo cualquier formación, con esta se postula nuevamente como el equilibrio necesario en la medular para evitar que el equipo se resquebraje. Los tres cariocas portan un papel preponderante. Arriba, el 'Dúo Dinámico' Hazard-Benzema actúa con libertad de movimientos, permutando posiciones y asociándose para desestabilizar zagas rivales. En función de la situación que depare el partido, este absorbente esquema puede cabalgar entre un 3-5-2, 5-3-2 si se defiende o incluso 3-4-1-2 o 3-4-2-1, donde la figura de Isco ahora debe emerger por detrás del o de los puntas facilitando las combinaciones. Ahí jugaría van de Beek en caso de aterrizar, e incluso la facilidad para intercambiar posiciones y caer a banda en el Hazard, Benzema o Isco de turno puede propiciar que el Real Madrid juegue sin un ariete concreto, lo que se corresponde con el famoso 'falso 9' que pondría en jaque a las defensas contrarias y crearía incertidumbre a la hora de a quién seguir y fijar.