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CRÓNICA - Alavés 1-4 Real Madrid: los blancos se dan un festín en Vitoria

de Alejandro Cascón Guerra

No se sabe si fue por Bettoni, pero el Real Madrid cumplió con creces contra el Deportivo Alavés. No era fácil. Cambio de entrenador de los babazorros, dos derrotas seguidas en Liga y un Madrid herido después de la eliminación de Supercopa y Copa del Rey. Con todo, los blancos sorprendieron pero para bien, porque golearon con justicia y dejaron atrás, aunque sea para esta semana, los fantasmas de la desidia y el mal juego. 

Parece que la charla telemática que tuvo Zidane sirvió para bien al equipo, aunque los mejores momentos tardaron en verse. El Alavés, de Abelardo, comenzó algo mejor. Tuvo más ocasiones. Alguna que otra volea, peligro en el área de Courtois, pero sin ninguna parada clara del meta belga. Tan solo unos minutos después, Casemiro adelantó a los visitantes desde el córner, con un fallo en defensa de los locales. Unos minutos después del primer tanto fue la ocasión de Mendy, que pudo disparar al portero, pero prefirió pasar al hueco a Benzema, que para nada funcionó. Previamente, Modric hizo el pase al hueco medido para el lateral. ¡Qué partido hizo el croata! 

El Alavés no ofreció mucha resistencia ni atacó ni puso a los blancos en aprietos. Daban por bueno el único gol de la noche. Lo cierto es que Hazard empezaba a funcionar y conectó bien con Benzema. De un taconazo dejó el balón muerto para el francés y este disparó por la escuadra para hacer el segundo gol. Sin casi tiempo para el descanso, Hazard firmó el tercero de espuela, a nivel de crack mundial. Sí, el gol que metió el extremo es muestra de la calidad que tiene, algo que tiene que demostrar mucho más.

Con el paso de los minutos, el Madrid controló el balón y gestionó bien por momentos el juego. Pero el Alavés quiso meterse en el partido. Joselu, exmadridista, supo poner bien la cabeza y magnificar un error defensivo en la zaga blanca en un córner. Su cabezazo dio alas al equipo vasco para meterse en el encuentro. Por si acaso no quedaba claro quién era el líder, el Real Madrid hizo el cuarto en una nueva genialidad de Benzema. El francés se lo guisó entero y se lo comió. Desde la banda se introdujo en el área y definió como un nueve puro. Doblete y sensaciones recuperadas después de un bache en los últimos partidos. 

Los últimos minutos fueron para los cambios, imprecisiones en el juego... y ocasiones de gol también para el Alavés. Todas ellas fueron repelidas por Courtois, que tampoco tuvo que sufrir demasiado. El Madrid se dejó ir, sabiendo que había hecho los deberes y que así es cómo debía afrontar los partidos de ahora en adelante, olvidando los malos tragos coperos. 


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