CRÓNICA | El Real Madrid se gana el perdón en la Catedral
El Real Madrid vence 0-2 al Athletic Club y se lleva tres puntos importantísimos en uno de los escenarios más difíciles del campeonato, gracias a dos goles de Benzema y Kroos.
Para tratar de domar San Mamés, Carlo Ancelotti decidió confiar en Ceballos y Asensio, por la buena actuación que hicieron en Villarreal, dejando a Kroos, Modric y Rodrygo en el banquillo. Los dos españoles salieron de inicio junto a Courtois, Nacho, Militao, Rüdiger, Mendy, Camavinga, Valverde Vinicius y Benzema, en un partido que comenzó malamente. El Athletic dominó en los primeros diez minutos, recuperando rápido la pelota, frente a un Real Madrid que era incapaz de dar más de dos toques seguidos. De hecho, los leones tuvieron varias buenas ocasiones en este tiempo, sobre todo un cabezazo de Paredes que detuvo Courtois con un paradón descomunal.
No obstante, el conjunto blanco no tardó en salir del letargo y se empezó a adueñar del encuentro con Ceballos y Camavinga dirigiendo al equipo. Al mismo tiempo, Asensio empezó a percutir por su banda y cerca estuvo de forzar un penalti; aunque apenas unos minutos después terminó siendo protagonista con su asistencia a Benzema. Centro del Valverde al punto de penalti, cabezazo hacia atrás del balear y volea sensacional del francés a la media vuelta. Un gol con el que, además de adelantar a los suyos, el galo igualó a Raúl como segundo máximo goleador histórico del Real Madrid en LaLiga (228). A partir del gol, el club merengue se hizo amo y señor del partido. Largas posesiones que, aunque no generaban demasiado peligro, salvo un buen disparo de Vinicius desde fuera, servían para domar a los leones hasta el descanso.
Lejos de reaccionar, en la segunda mitad, el Athletic siguió sometido por el Real Madrid. Y es que los bilbaínos no encontraban la manera de quitarle la pelota al conjunto de Carlo Ancelotti, ni de desenmarañar la defensa merengue. Toda pequeña aproximación de los vascos era desbaratada por los zagueros o por Camavinga, que estuvo imperial como pivote tanto en la tarea defensiva como en la ofensiva, dominando y controlando el juego junto a Ceballos. Ambos fueron el timón de los blancos que pudieron encarrilar el choque en los primeros 20 minutos del segundo tiempo. Primero Nacho, que encañonó a un Unai Simón que salvó el gol con un paradón de reflejos. Después Asensio tras una fantástica jugada con Benzema y Valverde, pero su disparo cruzado se fue lamiendo el poste.
Por si acaso, y tras un susto de Iñaki Williams, Ancelotti metió a otro centrocampista más como Modric por Asensio. Sin embargo, los leones empezaron a achuchar y a embotellar a los madrileños, produciéndose el efecto contrario con varios centros peligrosísimos e incluso con un gol anulado: un disparo de Yuri desde la frontal que tocó en Guruzeta, quien estaba en fuera de juego, frustrando así el posterior tanto de Iñaki Williams tras el paradón de Courtois. Avisos serios en un tramo final en el que Ancelotti quitó a Vinicius, más pendiente de las faltas que del juego, y a Ceballos, después de un partido impresionante. Entraron Rodrygo y Kroos para serenar a los leones y terminar cerrando un triunfo importantísimo en el 90'. Recuperación del brasileño, gran pase hacia atrás desde donde llegaba el alemán para anotar su típico gol con rosca con el interior. El Real Madrid resuelve así una de las citas más difíciles del calendario y se mantiene a la estela del Barcelona (a tres puntos). Ahora, ya puede pensar en la Copa del Rey en el derbi ante el Atlético (jueves 21:00 horas).