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CRÓNICA | Goleada y a por otra final

de Daniel Cayetano

Pocas variantes tenía hoy Ancelotti a su disposición con Benzema, Militao, Courtois, Mendy, Hazard y Lucas lesionados, a los que encima se sumaron Asensio (molestias en el cuádriceps) y Carvajal (proceso febril) a última hora. De ahí que el once no sorprendiera a nadie (Lunin; Nacho, Rüdiger, Alaba, Camavinga; Tchouaméni, Kroos, Modric; Valverde, Rodrygo y Vinicius). Y desde el primer momento, el Real Madrid fue el claro dominador del encuentro.

El Al-Ahly esperaba en su campo al contragolpe, mientras los blancos trataban de crear la jugada; sin embargo, los egipcios estaban demasiado cerrados y apenas dejaban espacios. Por ello, las grandes ocasiones del conjunto madridista llegaron a base de presionar arriba y forzar el error del rival. Así la tuvo Rodrygo, pero en la finalización se topó con el poste, en la ocasión más clara de los madrileños en la primera media hora de juego.

Por su parte, el Al-Ahly también amenazó a balón parado y con algún contraataque bien resuelto por la defensa merengue, y eso que los extremos del equipo egipcio lo pusieron bastante complicado, causando verdaderos estragos. Sin embargo, a la hora de sacar la pelota desde su campo, los africanos tenían serios problemas, y justo antes del descanso, Vinicius aprovechó un error grave de la zaga rival para plantarse solo ante el portero y hacer el primer tanto picando la pelota con suavidad. Definición de crack.

Aunque para definiciones la de Valverde en el segundo gol. Primer minuto de la segunda mitad, pase maravilloso de Modric a Rodrygo, que no es capaz de convertir en el mano a mano con el portero rival, y rechace para el uruguayo que amaga con chutar de primeras y que solo con el control tumba al guardameta y al defensor para acabar enviando tranquilamente el balón al fondo de la red. Mazazo para el Al-Ahly, que, sin embargo, se vino arriba rápidamente en busca del gol con dos grandes ocasiones de Sherif y Elshahat. Avisos que fueron el preludio de lo que pasaría después; no sin que antes, el VAR y el árbitro obviaran un penalti clarísimo a Vinicius.

Ese no le vieron, pero el de Camavinga a Elshahat sí, y Ali Maaloul se encargó de convertirlo para reducir diferencias y ponerle picante al encuentro. De hecho, los africanos siguieron insistiendo, obligando a Lunin a intervenir para salvar a los de Ancelotti, que solo hizo un cambió en el último cuarto de hora (Kroos por Ceballos). El utrerano ayudó a conservar la posesión, desplegando una gran movilidad, que ayudó al Real Madrid a llegar más al área en un tramo final en el que esta vez sí le pitaron un penalti a Vinicius. Sin embargo, Modric lo desperdició.

Afortunadamente, con el Al-Ahly ya volcado y muy cansado, el club blanco no lamentó ese fallo porque en el descuento mató el encuentro con un golazo de Rodrygo, tras una asistencia espléndida de Ceballos y una definición exquisita, y con otro tanto de Sergio Arribas, el primero con el primer equipo, en el primer balón que tocó tras saltar al campo en el 90+6'. Así se cerró una goleada para sellar el pase a la final contra el Al-Hilal Saudí (sábado 20:00 horas).


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