CRÓNICA | La falta de pegada condena al Real Madrid
La falta de pegada condena al Real Madrid en la ida de las semifinales de la Copa del Rey ante el FC Barcelona. Ni un solo tiro a puerta del conjunto blanco en todo el partido. Los madridistas dominaron, pero no supieron inquietar al equipo culé, que sí aprovechó la mala fortuna de los merengues con un error de Camavinga en campo propio que terminó en gol de Militao en propia puerta.
CRÓNICA DEL REAL MADRID - FC BARCELONA
Pese a estar ya recuperado Tchouaméni, Ancelotti se decantó por Camavinga en la posición de pivote, premiando el buen rendimiento del ex del Rennes. Junto a él, a pesar de las dudas que dejó en rueda de prensa, Carletto terminó colocando a Kroos y Modric. En la defensa (Carvajal, Rüdiger, Militao y Nacho) y en la delantera (Benzema, Vinicius y Valverde) no hubo sorpresas.
Desde el primer momento, alentado por el Santiago Bernabéu, que se vistió de gala para la ocasión con un espectacular tifo del escudo, el Real Madrid salió a morder, incomodando al Barça en la salida de balón. De hecho, los culés apenas podían sacar la pelota jugada por culpa de la presión alta del equipo merengue, que robaba rápido el balón, con un Camavinga soberbio en el corte, para plantarse velozmente en el área azulgrana. La posesión era madridista y las ocasiones también. Los de Ancelotti movían bien la pelota, con velocidad, generando peligro. Vinicius acechaba con facilidad por la izquierda, incordiando a los culés y colgando buenos balones como en el gol anulado a Benzema, por fuera de juego, en el primer cuarto de hora de juego.
Con el paso de los minutos, la voracidad del Real Madrid fue decayendo y el Barcelona entró poco a poco en el partido, teniendo más la pelota y bajando el ritmo hasta que un error de Camavinga permitió a los culés adelantarse en el marcador. Pérdida del francés en campo propio y contragolpe del conjunto catalán que terminó con un paradón de Courtois en el mano a mano con Kessié, que desafortunadamente tocó en Militao y acabó colándose en la portería merengue. En un primer momento, el línea indicó fuera de juego, pero el VAR cambió la decisión arbitral y validó el tanto azulgrana en el minuto 27. Mazazo para el Madrid, al que también se le puso en contra Munuera Montero. El árbitro jienense perdonó varias tarjetas claras al Barça y desquició a los locales en un tramo final del primer tiempo en el que apenas hubo ocasiones.
En la segunda mitad, el Barcelona se hizo con el dominio del esférico durante los primeros compases, tratando de adormecer el encuentro. Mientras, el Real Madrid, sin espacios por el centro, buscaba el empate con varios centros desde los costados, que conseguía repeler la zaga visitante. Los minutos pasaban y los blancos eran incapaces de inquietar a Ter Stegen, lo que llevó a Ancelotti a meter a Rodrygo en el 65' por Nacho, desplazando a Camavinga al lateral izquierdo.
Sin embargo, los merengues siguieron sin poder amenazar al portero culé. Es más, fue el Barça el que se quedó a centímetros de marcar en una ocasión clarísima: centro raso desde la derecha directo al punto de penalti donde estaba Kessié, completamente solo, y su disparo, con todo a favor, lo desvió su compañero Ansu Fati para evitar el segundo gol del Barcelona. Al ver que el equipo no mejoraba, Carletto volvió a mover el banquillo, dando entrada a Tchouaméni por Kroos antes de encarar el último cuarto de hora de juego.
Pero no había formar llegar con claridad a la meta barcelonista. Ya como último recurso, en el 84', Ancelotti metió a Álvaro Rodríguez, por delante de Mariano -como en el derbi-, y quitó a Modric. Y ni con esas. Vini probó con un disparo desde lejos a la desesperada que se marchó rozando el poste. Ni un tiro a puerta en todo el encuentro. No había manera de generar peligro, y la falta de pegada terminó condenando al Real Madrid, al que le tocará remontar en el Camp Nou, en el partido de vuelta del próximo 5 de abril.
La próxima cita de los blancos será en LaLiga, este domingo a las 21:00 en el Benito Villamarín.