As - Los ocho culpabes tras el desastre de Girona
Fuente: AS
El naufragio en Girona no ha tardado en desplegar el manto de las críticas sobre los jugadores menos acertados en el día de ayer en Montilivi, donde el Madrid perdió 2-1 contra el recién ascendido Girona, quedando a ocho puntos del Barça. Zidane, entre los señalados, afronta su primera crisis seria como técnico del primer equipo.
Marcelo: Su gran inicio de temporada, acorde a su importancia en el equipo, se fue difuminando desde la lesión, en la jornada 5 ante el Betis, hasta desaparecer la esencia que le convertía en ese imprescindible desatascador de partidos. Muy lejos aún de su plenitud física, mantiene los despistes defensivos que le solían acompañar y ha olvidado su capacidad de decisión en ataque. En Girona coincidieron varios de sus vicios: perdió 16 balones y los de Machín entraron por su banda como Pedro por su casa.
Varane: Su buena actuación de este sábado duró 45 minutos, el tiempo que tardó en tener que pedir el relevo por una nueva lesión. Los problemas físicos siguen minando la fiabilidad del central, que se ha perdido ya 54 encuentros a causa de las lesiones.En Montilivi obligó a Zidane a gastar un cambio que hubiera podido emplear en agitar el encuentro después. A falta de lo que determinen las pruebas, Varane ha podido dar otro paso atrás.
Kroos y Modric: dejaron a solas a Casemiro, continuamente presionado y rodeado por camisetas rojiblancas. Ni el alemán ni el croata fueron capaces de descifrar el genuino sistema de Machín, ya fuese para construir o para destruir. De Kroos se echa de menos mayor aportación ofensiva: la temporada pasada, a estas alturas, había dado cinco tantos, mientras que en esta sólo uno. De Modric se sigue esperando el dinamismo y la responsabilidad en la posesión que está asumiendo Isco.
Cristiano: Cuesta creer los datos de Cristiano, pero más aún lo que hay detrás de ellos.Porque el portugués, que en la frontera entre octubre y noviembre sólo ha visto puerta una vez en LaLiga, se está acostumbrado a pasar desapercibido. Como es norma en el Madrid, preside la lista de goleadores de la plantilla, lo cual, sin embargo, no es suficiente en un equipo con tal dependencia de su acierto. Un vistazo a la comparativa con el Messi de este curso podría explicar sus continuos gestos de incomodidad: el argentino lleva nueve dianas y cuatro asistencias más.
Benzema: Aunque se asoció con peligro durante la primera parte frente al Girona, Benzemavolvió a estar alejado del gol. La estadística le retrata: que el 9 titular del Madrid lleve dos tantos, uno cada 356 minutos de media, limita las posibilidades de éxito de los de Zidane. Y, con sólo dos asistencias, tampoco es que se le pueda justificar con que le va más lo de regalar el gol que hacerlo.
Bale: Aunque ahora haya que esforzarse para recordarlo, este Madrid está diseñado en torno a la bbC, obedeciendo al deseo de montar un tridente como el Messi-Villa-Pedro o el Messi-Suárez-Neymar para dominar en España y en Europa. Dado lo poco probable de llegar a esas cotas, las alarmas saltan porque Bale no suele estar para ofrecer lo que se supone que puede sumar en función de unas cualidades que lució en su gran primer año de blanco. Dónde quedará aquello. Desde agosto ya se ha perdido por lesiones siete partidos... y subiendo.
Zidane: Seguramente Zidane esté afrontando su primera crisis seria como entrenador del primer equipo. Al francés, con todo el crédito del mundo tras bordarlo desde enero de 2016, no le está funcionando su librillo como hasta ahora: sus jugadores entran tarde a los partidos o se desconectan peligrosamente de ellos, como ha reconocido en más de una rueda de prensa pese a su gusto por el mensaje conciliador ante los medios; las numerosas lesiones, tanto musculares como fortuitas, tampoco le están ayudando; pocos jugadores están como deberían y, para colmo, él no da con la tecla con las sustituciones que tantos puntos supusieron en meses pasados.
El banquillo y Florentino: Si durante toda la 2016-2017 se alabó el inagotable catálogo de recursos del Madrid, en la 2017-2018 cualquier solución parece poca. Se volvió a ver en Girona: Lucas Vázquez ya no es ese revolucionador infalible y a Asensio, que apunta a lo más alto, aún le queda para asentarse definitivamente en la élite. También en Motilivi se notó la falta de gol que viene padeciendo el Madrid, lo que, en suma, acerca las críticas hacia la presidencia. Empieza a crecer y a coger fuerza el runrún sobre la planificación de Florentino: sin rastro de los goles de Morata e incluso Mariano, sin las asistencias de James, los fichajes, que lógicamente necesitan tiempo, no están rindiendo como el tan elogiado Equipo B.