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El Barça noquea al Real Madrid: la crónica del clásico

de Daniel Cayetano
Real Madrid - FC Barcelona

Real Madrid y FC Barcelona se daban cita este sábado en un nuevo clásico de liga que ya prometía muchísimo incluso desde antes del pitido inicial. Después de sus respectivas goleadas en Champions, los dos clubes llegaban al Santiago Bernabéu con muy buenas sensaciones y con una diferencia de apenas tres puntos en la clasificación a favor de los culés. Ganar al eterno rival siempre es obligado, pero en esta ocasión, la necesidad de derrocar a los azulgranas era aún mayor por esa desventaja en la tabla. Y ya en los prolegómenos del encuentro se notaba esas ganas de doblegar al conjunto barcelonista con un multitudinario recibimiento al autobús del equipo por parte de miles de aficionados madridistas en los aledaños del estadio.

EL ONCE DEL MADRID: CON LUCAS, PERO SIN MODRIC

En busca de esa victoria ante el Barça, Carlo Ancelotti decidió mantener el 4-4-2, pero sin Luka Modric. El técnico italiano apostó por un medio campo muy físico con Tchouaméni de pivote, Camavinga y Valverde de interiores, y Bellingham de mediapunta, en el vértice superior del rombo. Asimismo, Carletto también mantuvo a Lucas Vázquez en el lateral derecho. El gallego formó la defensa junto a Militao, Rüdiger y Mendy, mientras que Lunin regresó a la portería merengue para cubrir al lesionado Courtois. Por su parte, Hansi Flick no cambió ni un ápice el once que sacó contra el Bayern y salió nuevamente con Iñaki Peña en portería; Koundé, Cubarsí, Iñigo MartínezBalde en defensa; Marc Casadó, Pedri y Fermín en el medio campo; y Lamine Yamal, Raphinha y Lewandowski en ataque.

UNA DEFENSA MUY ADELANTADA ANULA A MBAPPÉ

Con la pelota ya sobre el césped, el Real Madrid salió bastante intenso, recuperando rápido la pelota y tratando de superar la defensa adelantada del Barça con pases largos al espacio, aunque sin éxito porque Mbappé incurría en fuera de juego en cada uno de sus desmarques; hasta 4 posiciones antirreglamentarias en 30 minutos sumó el francés, al que se le veía bastante nervioso. No obstante, los barcelonistas fueron despertando poco a poco, presionando arriba y poniendo en serios apuros a los madridistas. Lamine Yamal tuvo la ocasión más clara de los primeros 15' después de un pase magistral con la espuela de Lewandowski, pero quiso picar la pelota ante Lunin y el portero ucraniano le leyó muy bien las intenciones.

Gran oportunidad a la que el Real Madrid no tardó en responder: recuperación de Tchouaméni en medio campo y jugadón de Vinicius que, como contra el Dortmund, se marcó un eslalon marca de la casa para plantarse solo en área pequeña ante Iñaki Peña. Una acción clarísima para el brasileño que culminó de la peor forma con un chut horrible delante del guardameta rival. El clásico no podía estar más igualado, con ambos equipos generando peligro.

Pedri también probó desde lejos a Lunin e Iñigo Martínez envió alto por poco un cabezazo cercano. Y justo después, a la media hora de juego, el Real Madrid consiguió adelantarse en el marcador, pero Mbappé fue cazado nuevamente en fuera de juego tras un buen pase de Lucas que lo dejó solo ante el arquero culé, a quien el francés superó con una vaselina preciosa. Una bonita ocasión que quedó invalidada para desesperación de todo el Bernabéu que, posteriormente, presenció un tramo final del primer tiempo bastante tranquilo, sin ocasiones y con varias interrupciones. Por cierto, como dato, 8 fueras de juego del Madrid en la primera parte. La defensa adelantada de Flick se estaba imponiendo al ataque de Ancelotti.

MBAPPÉ FALLA, LEWANDOWSKI SENTENCIA

Para la segunda mitad, el técnico alemán quiso modificar su centro del campo metiendo a Frenkie de Jong por Fermín. Y aunque el Madrid no empezó mal, con alguna aproximación peligrosa en los primeros compases del segundo tiempo, Lewandowski se encargó de asestar un golpe demoledor en apenas tres minutos. Primero en el 54' aprovechando un gran pase de Casadó que lo dejó solo ante Lunin y un despiste de Mendy, mal colocado, que rompía el fuera de juego. El polaco culminó la jugada con una defición exquisita y en el 57' también introdujo el balón en el fondo de la red con un cabezazo inapelable después de un muy buen centro de Balde. El delantero culé remató solo entre los centrales, girando el cuello de forma magistral para batir al ucraniano.

Cinco minutos tardó en reaccionar Ancelotti, quitando del campo a Tchouaméni para meter a Modric. Flick también movió el banquillo, dando entrada a Olmo por Casadó. Alentado por el Bernabéu, el Real Madrid intentó recomponerse y Mbappé dispuso de otra gran ocasión, pero no logró superar a Iñaki Peña en el mano a mano. Una jugada que podía haber cambiado el rumbo del partido, como también los errores clamorosos de Lewandowski: uno de ellos sin portero, estrellando la pelota en el poste tras rematar solo en área pequeña, y el otro enviando a las nubes otro balón a bocajarro.

LAMINE Y RAPHINHA CIERRAN LA GOLEADA

Igual de inexplicable fue un fallo de Bellingham justo antes del 70'. El inglés envió fuera el esférico tras un centro magnífico de Modric. Imposible que no acabara en gol esa acción, como también que Mbappé perdonase otra oportunidad delante de Iñaki Peña. Soñará hoy el francés con el portero del Barça, que sacó un pie milagroso para evitar el tanto del parisino. Ancelotti introdujo más mordiente, con Brahim en lugar de Camavinga, pero justo después, en el 77', lo que llegó fue la sentencia azulgrana: nueva imprecisión defensiva del Madrid, pase de Raphinha a Lamine Yamal y definición sensacional del internacional español con la derecha.

Tras el gol de Lamine, los aficionados empezaron a abandonar el Bernabéu y los pitos se escucharon en todo el estadio, que todavía tendría que presenciar otro tanto del eterno rival. Balón largo para Raphinha, quien dejó atrás a Lucas y batió a Lunin con una vaselina formidable. Con todo el pescado ya vendido, Ancelotti quitó del campo a Mendy por Fran García. Y con el Barça más cerca de la manita que el Madrid de marcar su primer gol, acabó un clásico para olvidar. Derrota bochornosa de los madridistas que se quedan a seis puntos del Barcelona en la pelea por el liderato. Actuación lamentable del equipo blanco, que debe mejorar la puntería y apuntalar una defensa que hace aguas por todas partes. Próxima cita, el sábado que viene en Mestalla.


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