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El Real Madrid alucina con este equipo de La Fábrica

de Jesús Sanz del Castillo
Real Madrid, Florentino Pérez

El Real Madrid Castilla de Álvaro Arbeloa ya oposita para ser equipo de la Liga Hypermotion la temporada que viene. El filial blanco consiguió superar el bache inicial de cuatro partidos consecutivos sin ganar al inicio del curso y ahora se ha asentado en los puestos de Play Off de ascenso.

UN EQUIPO CON MIMBRES

Arbeloa ha creado una máquina de competir y ganar partidos. El Real Madrid Castilla ya se ha convertido en uno de los equipos más fuertes de toda la Primera RFEF por su forma de sacar los partidos adelante a base de garra y buen juego. El filial blanco se ha recompuesto de su mal inicio de temporada y ya mira al que a priori no era -ni es- un objetivo principal cuando el balón echó a rodar en agosto: el ascenso a Segunda División.

La salida desde atrás con el balón jugado, la alternancia de juego asociativo y en largo y la intensidad en la presión adelantada son algunas de las premisas que están provocando que el Castilla sea un equipo muy divertido de ver. Además, el filial está participando en la International Premier League, un torneo en el que ha ganado dos y empatado otros dos partidos y no conoce la derrota.

JOAN, CESTERO, MANUEL ÁNGEL...

Todos son importantes en este Castilla. Joan Martínez se ha convertido en el mariscal en la zaga pese a su juventud y ya sabe lo que es entrar en las convocatorias de Xabi Alonso. Cestero hizo su debut oficial con el primer equipo en Talavera y es una pieza clave en el esquema de Arbeloa, al igual que David Jiménez, que fue titular en el encuentro de Copa del Rey. Manuel Ángel, por su parte, ya ha atraído la atención de muchos equipos de primera y segunda división y todo apunta a que este será su último año en el Di Stéfano. 

A los nombrados hay que sumarles la calidad que le aportan al equipo jugadores como Pitarch o César Palacios. Este último -el ´10´ del Castilla-, está siendo la prolongación de Arbeloa en el césped. Capitán, mediapunta y mucho carácter al servicio de un filial que parece no tener techo.