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Endrick y Valverde salvan los muebles: la crónica del Real Madrid 5-2 Celta

de Daniel Cayetano
Endrick, Real Madrid

Tras la dura derrota en la final de la Supercopa de España frente al FC Barcelona, el Real Madrid se reencontraba con su público por primera vez en este 2025 para afrontar los octavos de final de la Copa del Rey ante el Celta de Vigo. Ganar era obligatorio para el conjunto blanco, si quería pasar página y hacer olvidar el mal resultado en el clásico, devolviendo la alegría al Santiago Bernabéu y avanzando a la siguiente ronda del campeonato doméstico.

Para ello, Carlo Ancelotti acometió varias rotaciones. Lunin se puso bajo palos, como ya adelantó Carletto en rueda de prensa, y Asencio regresó al eje de la zaga, desplazando a Tchouaméni, que recibió bastantes pitos por parte del Bernabéu, a la posición de pivote. Asimismo, el técnico italiano dio descanso a Mendy, Camavinga, Bellingham, Valverde y Rodrygo, y confió en Fran García, Modric, Ceballos y Brahim. Completaron la alineación Lucas Vázquez, Rüdiger, Mbappé y Vinicius. Por su parte, Claudio Giráldez salió con Iván Villar; Starfelt, Javi Rodríguez, Marcos Alonso, Carreira, Mingueza, Beltrán, Ilaix Moriba, Hugo Álvarez; Swedberg y Borja Iglesias.

MBAPPÉ SIGUE EN RACHA

Pese a la necesidad que había por ganar después de la debacle en Arabia, el Real Madrid empezó algo espeso, permitiendo al Celta acercarse con peligro a su portería, como mediante un cabezazo de Stardfelt que se fue lamiendo el larguero. Un inicio demasiado apagado, tanto que, en los primeros minutos, las dos únicas ocasiones de los madridistas fueron dos disparos desde fuera del área de Tchouaméni y Modric a los que reaccionó bien el Villar. El planteamiento defensivo de los gallegos, encerrados atrás esperando la contra, tampoco lo ponía fácil; pero, igualmente, faltaba movilidad y precisión en el conjunto blanco, sobre todo, en campo rival.

No obstante, a partir de la media hora, el Real Madrid se fue entonando. Primero fue Brahim el que estuvo a punto de marcar de no ser por una gran parada de Villar, que sacó un pie milagroso al tiro cruzado abajo del hispano-marroquí a pocos metros de la portería visitante, y después fue Mbappé el que desaprovechó un buen contragolpe, estrellando su disparo en un defensor. Pero ese fallo del francés iba a ser un aviso de que a la siguiente no perdonaría.

Minuto 37, nuevo contraataque blanco que empieza con una jugada polémica por posible penalti de Lunin sobre Swedberg y que concluye con una finalización perfecta con la zurda del delantero parisino, después de una buena cabalgada. Desde el VAR no vieron conveniente avisar a Munuera Montero y el tanto acabó subiendo al marcador. Y tras unos minutos de impasse, salvo por un tiro de Vinicius que detuvo fácil Villar, el partido llegó al descanso con victoria por la mínima a favor de los merengues.

VINICIUS SE RECONCILIA CON EL GOL Y EL CELTA FUERZA UNA PRÓRROGA HEROICA

Ya en la segunda mitad, el Real Madrid saltó al campo mucho mejor que en la primera parte y solo tardó tres minutos en aumentar la ventaja. Gran pase largo de Mbappé a Brahim, control magistral del hispano-marroquí, y asistencia perfecta a Vinicius para que este completara su desmarque plantándose solo ante Villar y enviando el balón al fondo de la red con mucha tranquilidad. Jarro de agua fría para el Celta, que bajó los brazos durante varios minutos. Giráldez se dio cuenta y decidió mover el banquillo metiendo a Pablo Durán y a Hugo Sotelo por Fran Bertrán e Ilaix Moriba. No surtió mucho efecto, puesto que, acto seguido, Mbappé y Vinicius estuvieron a punto de marcar el tercero. El francés envió alto un cabezazo a bocajarro y el brasileño vio como Starfelt sacaba bajo palos una vaselina que le había hecho al arquero rival.

Brahim también pudo ver puerta después de una gran acción individual y, para intentar frenar el torbellino blanco, Giráldez volvió a mover el banquillo, quitando a Hugo Álvarez por Bamba. Justo después, previo aviso de Sotelo con un disparo espectacular desde lejos al que respondió Lunin con una estirada milagrosa, Ancelotti decidió hacer lo mismo, metiendo a Güler y Camavinga por Brahim y Ceballos. Poco a poco, a tenor del resultado, el ritmo del encuentro fue decayendo y los entrenadores dieron paso a una nueva ronda de cambios. Giráldez quitó a Borja Iglesias y Carreira por Fer López y Cervi; mientras que, justo antes de un gol anulado por el VAR a Arda Güler por posición antirreglamentaria de Vinicius, Carletto dio entrada a Endrick y Valverde por Modric y Mbappé en el 79'

Todo parecía sentenciado, pero un error de Camavinga cuatro minutos después permitió que Fer López se plantara solo en el área antes de ceder el gol a Bamba. Un gol que dio alas al Celta para el tramo final. Tantas que, en el 89', Asencio midió mal y derribó claramente a Bamba, provocando un penalti claro que transformó Marcos Alonso para llevar el partido a la prórroga. Éxtasis en el bando celeste y desesperación en un Santiago Bernabéu que respondió al empate con pitos; la respuesta de Ancelotti fue introducir en el campo a Bellingham por Fran García.

ENDRICK Y VALVERDE SALVAN LOS MUEBLES

A los tres minutos del tiempo extra, Girández agotó los cambios metiendo a Manquillo por Javi Rodríguez. Las fuerzas flaqueaban y con ellas las ocasiones. El primer tiempo de la prórroga pasó sin pena ni gloria, sin oportunidades de verdadero peligro en ninguna de las dos áreas. Solo un córner mal despejado por el Celta provocó el 'uy' en la grada. Por ello, para la segunda mitad, Ancelotti decidió sacar del campo a Vinicius por Rodrygo; un cambio que no gustó al público.

Tras la reanudación, todo parecía seguir igual hasta que, en el 108', Güler filtró un buen pase a Endrick y este, desde la frontal, se sacó un latigazo tremendo, directo al fondo de la red. Un golazo para salvar los muebles y para reivindicarse en medio de una temporada en la que apenas está teniendo minutos. Aunque para golazo el que marcó después Fede Valverde. Minuto 114, despeje de la defensa rival, asistencia botando y de cara por parte de Tchouaméni para que el uruguayo se sacase de la manga un cañonazo marca de la casa desde unos 25 metros; el balón entró por toda la escuadra en el que seguramente sea el mejor gol de todo el curso. Y por poco marcó casi al final otro chicharro desde la media luna.

En cambio, quien sí que pudo marcar nuevamente fue Endrick, en el 119', gracias a un remate de tacón en el área pequeña, sirviéndose de un rechace y un balón muerto. Con ello, el Real Madrid puso fin a una eliminatoria de lo más alocada, en la que se dejó remontar un 2-0 para después arrasar en la segunda parte de la prórroga, gracias a Endrick y a Valverde. El próximo lunes, los blancos conocerán a su rival en cuartos de final. Un día antes será el próximo partido, también en el Bernabéu, contra Las Palmas en una nueva jornada de LaLiga.


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