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Gil Marín, sobre la Superliga: "Se reclaman nuevas formas de vivir el fútbol. Si nos obligan a elegir entre papá y mamá..."

de Javier Rubiano

Gil Marín, directivo del Atlético de Madrid, se ha pronunciado sobre la Superliga Europea en el foro World Football Summit y, lo cierto, es que de sus declaraciones se desprende la intención de los rojiblancos de seguir adelante con el proyecto impulsado por Florentino Pérez.

"Lo que ocurrió con la Superliga fue una consecuencia de la situación que estamos viviendo", comienza explicando Gil Marín. "Hay un ambiente difícil, de crispación. Todo el mundo quiere cambiar todo aunque esté bien. La guerra por las competencias es un caldo de cultivo en un periodo generacional de cambio. Se reclaman nuevas formas de vivir el fútbol. Esto nos obliga a adaptar las instalaciones y que los aficionados puedan vivir diferentes experiencias. A los jóvenes les cuesta engancharse a la tele o venir al estadio. Hay que hacer que se sientan involucrados. Hay directivos que se ponen nerviosos y quieren que todo se desarrolle más rápido y adelantarse al tiempo. Buscar la concordia y la competición justa es difícil. Esas diferencias generan el ambiente que se está viviendo. Valoro lo que está haciendo UEFA para adaptarse, el formato post 2024 para contentar a los grandes. La Conference League me parece una idea inteligente. UEFA está intentando adaptarse", explica.

"A nosotros (el Atleti) nos invitaron a formar parte de la Superliga y el sentir del Consejo de Administración donde van a estar los 15 clubes más poderosos. Entendíamos que nos habíamos ganado el derecho de estar en la mesa que iba a negociar el futuro del fútbol español. Tardamos 48 horas en darnos cuenta que poníamos en riesgo que el fútbol tradicional. Gracias a ese fútbol hemos llegado a donde estamos. También percibimos el rechazo de nuestra masa social. Me dio sentir que nos podíamos cargar ese fútbol tradicional. Me reuní con los accionistas, les dije que me sentía que traicionaba a la idea de este deporte y nos salimos. Si las instituciones siguen en la misma línea no tardará en que aparezca otro sistema que le dé una vuelta de tuerca. Si nos obligan a decidir entre papá o mamá, nos iremos de casa", concluye Gil Marín.


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