Hasta que tú quieras, Luka

Tiene 36 años y sigue regalando recitales partido tras partido. Hablo, por supuesto, de ese futbolista que abrió el marcador en la final de la Supercopa de España y que recibió el MVP del encuentro. Se llama Luka Modric, y si no existiera, habría que inventarlo.

Cuando el Real Madrid lo fichó en verano de 2012, aquí en España se criticó mucho al croata. Había quien decía que Cazorla o Miguel de las Cuevas (no, no es broma) hubiesen sido mejores incorporaciones para los blancos. Por suerte, Mourinho y Florentino no hicieron caso y confiaron en su más que demostrado buen gusto futbolístico. Después de más de dos meses de tira y afloja con Daniel Levy, finalmente Modric firmó a finales de agosto por 35 millones de euros. Una ganga.

Tras su primer año en España, Modric fue catalogado como "peor fichaje de la temporada 2012-2013 en LaLiga" (y no, esto tampoco es broma). Pero Mourinho ya avisaba: "Luka pondrá al Bernabéu en pie". Y vaya si lo hizo. Y lo sigue haciendo. Ahora, una década después y ya con un Balón de Oro bajo el brazo, el balcánico es considerado uno de los mejores centrocampistas de la historia. Lo ha ganado todo y, lo que es más sorprendente, aún con 36 años sigue comandando el juego de todo un Real Madrid. 

Termina contrato a final de temporada, pero en el Bernabéu hay cero preocupación. El amor y el compromiso de Modric con el escudo madridista es total y solo falta la firma para que renueve hasta 2023. Para entonces tendrá 37 años y lo normal es que sea su última campaña en el Real Madrid, pero con el '10' nunca se sabe...