La defensa del Real Madrid hace aguas en los clásicos

La debacle defensiva de los dos clásicos de esta temporada está siendo histórica. El Real Madrid ha sufrido nueve goles en los últimos dos enfrentamientos ante el Barcelona: cuatro en la jornada de liga que se disputó en octubre en el Santiago Bernabéu y los cinco de la final de la Supercopa de España. Un mal balance que evidencia la preocupación que existe en los blancos con una demarcación que ha quedado muy señalada tras los dos choques: la defensa. La bajas de Carvajal y Militao (además de Alaba, aunque se encuentra en la recta final de su recuperación) han sido un golpe directo a la plantilla y a Carlo Ancelotti, que ha visto cómo el equipo se ha debilitado notablemente en esa posición.

VARIAS DEFENSAS, MALAS SENSACIONES

Tras las lesiones del español y del brasileño, Carletto apostó por Tchouaméni y por Lucas Vázquez como sustitutos. Sin embargo, han sidos los dos jugadores más señalados en las derrotas que ha sufrido el Real Madrid a lo largo de esta temporada. Además, el técnico italiano ha usado numerosas defensas, muestra de las dudas que atersora el staff para confeccionar un esquema que haga olvidar las bajas del equipo atrás. Con la vuelta de Alaba, la demarcación sufrirá una variación, donde seguramente el centrocampista francés pase a la medular, para dejar en el banquillo a Eduardo Camavinga. 

UN EQUIPO ROTO

Los nueve goles encajados ante el máximo rival en solo dos encuentros seguramente sea un punto de inflexión para el equipo. Uno de los culpables de este dato es Ferland Mendy, superado durante todo el encuentro por Lamine y por las internadas de Koundé por una banda que ha sido un agujero para el Real Madrid, como también la derecha con un Lucas Vázquez incapaz de frenar, de la misma manera, a Raphinha y Balde. Además, la debilidad de un centro del campo partido, incapaz de sacar jugado el balón y de defender, y de un Tchouaméni, que de central ofrece un rendimiento paupérrimo.