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La dura realidad de un exmadridista: "No puedo ni correr, tendré que llevar prótesis"

de Aitor Bris
Real Madrid

Jugar un clásico es el sueño de muchos niños pequeños. De hecho, formar parte de la plantilla del Real Madrid o del FC Barcelona ya es algo con lo que muchos jóvenes piensan de pequeños, pero que tan solo unas decenas consiguen en sus vidas. Uno de los que consiguió no solo formar parte del conjunto blanco sino tener la oportunidad de disputar el partido ante el cuadro azulgrana fue Miguel Palanca. Un futbolista al que este encuentro le cambió la vida para siempre.

Palanca debutó en el Camp Nou de la mano de Juande Ramos debido a una lesión de Sneijder y el hecho de tener una sanción con el Castilla, como apuntan en Relevo. El Real Madrid estaba necesitado de sumar para acercarse a un FC Barcelona que lideraba con paso firme por el campeonato liguero y Palanca fue protagonista para intentar hacerse un sitio en la historia. Sin embargo, eso no ocurrió y el cuadro azulgrana acabó ganando aquel partido 2-0.

UNA JUGADA QUE CAMBIÓ TODO

Un mano a mano con Victor Valdés que acabó atajando el portero culé cambió todo para él, tal como ha contado el propio Palanca a Relevo. De hecho, según él, tengo la sensación de que quizá hubiera tenido alguna oportunidad más en el Madrid. Si hubiera metido un gol aquella noche, a lo mejor no hubieran fichado a Faubert y yo hubiera tenido más chance. El club pensaba fichar a algún extremo en ese momento o hacerme ficha a mí del primer equipo porque yo en Champions no podía estar inscrito siendo del filial. Hubiera hecho dudar. La primera opción de Juande era fichar a Valencia, del United, pero no vino. Buscaban a otro. Si hubiera acertado ante Valdés...”

UNA LESIÓN CRÓNICA

Aquel día todo cambió. Sin embargo, según cuenta el ex del Real Madrid, lo peor no de su carrera fue errar aquella ocasión. “En el Real Avilés, en Tercera. Tuve una caída bastante jodida. Salté a por un balón, me abrí de piernas y me cayó un rival encima de la izquierda. Me rompió la cabeza del fémur por dentro. Fui a ver a los mejores doctores, estuve tratando con fisios y al final ese hueso nunca se ha regenerado y deparó en una necrosis. Vamos, que tengo una lesión en la cadera crónica de por vida”, explica Palanca.

El exmadridista añadió que hacer carrera es “impensable”, concluyendo que "estoy planteándome ponerme una prótesis de cadera. Pero no para jugar, para tener mejor calidad de vida. La que tengo es baja”.


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