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Luka Modric vuelve a dar un recital en Arabia Saudí

de Mozart Ballesteros Castillo
Luka Modric, Real Madrid

Luka Modric fue fundamental para que el primer título del año se fuera a las vitrinas del Real Madrid. El croata puso el primero de los dos goles que consiguió el equipo blanco en su victoria ante el Athletic Club en la final de la Supercopa de España. Un ejemplo más de que la gasolina que tiene el balcánico no está ni mucho menos en reserva. Un gol que llegó tras varias oportunidades que, desgraciadamente, no terminaron en tanto y que en muchos de ellos tuvieron en el '10' un protagonista importante en su creación.

Mucho se había hablado antes del comienzo de la temporada de cómo llegaría a esta temporada tan exigente para el equipo blanco. Pero la calidad no la ha perdido y en los 20 encuentros que lleva el ex internacional lleva mostrando que le queda cuerda para rato. Y en esta Supercopa de España ha demostrado que su estado de forma, como dijo el presidente, "es envidiable". La edad solo es un número y así lo está demostrando y la importancia de Modric en este trofeo es un ejemplo más. Jugó 63 minutos ante el Barcelona ayudando en la creación y dando opciones al resto de sus compañeros para superar la presión impuesta por el equipo azulgrana.

Y todavía más en la final ante el Athletic Club. Su elección como MVP es otro ejemplo de porqué Ancelotti lo tiene como una pieda fundamental. 90 minutos en el campo, poniéndole las cosas difíciles a sus rivales y muy fáciles a sus compañeros.  La calidad está más que demostrada. El '10' sigue dando muestras de por qué ha sido considerado como el mejor jugador del mundo con aquel Balón de Oro obtenido en 2018.


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