Sergio Ramos, de ídolo a verdugo del Real Madrid

Sin duda, este partidazo entre el Sevilla y el Real Madrid que nos ofrecía la décima jornada de LaLiga cobraba especial relevancia por el reencuentro de Sergio Ramos con su exequipo. Un reencuentro en el que el camero ha pasado de ídolo a verdugo del conjunto blanco.

La leyenda madridista fue capaz de erigir un muro en la zaga sevilista, infranqueable para los muchachos de Carlo Ancelotti. A excepción de los dos goles anulados al cuadro visitante, Sergio Ramos se mostró intratable y, de hecho, salvó un gol bajo palos tras un lanzamento de falta directa de Toni Kroos y otro tanto tras un centro al área y un remate a bocajarro de Alaba. Dos acciones milagrosas que evitaron que el Real Madrid se pusiera por delante en el marcador.

Finalmente, tras los tres pitidos del colegiado que daban por concluido el choque, el camero dejó a un lado las rencillas con Rüdiger durante el encuentro y se fundió en un emotivo abrazo con Carlo Ancelotti.