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Sin garra, sin fútbol y sin Estambul: la crónica del Manchester City 4-0 Real Madrid

de Javier Rubiano
Vinicius vs Manchester City

El Real Madrid dice adiós al sueño de conquistar su decimoquinta Copa de Europa esta temporada. El conjunto blanco (hoy de negro) ha cuajado el peor partido de la temporada ante un Manchester City que fue un rodillo desde el minuto 1. Ancelotti se equivocó en el planteamiento inicial y no supo (o no pudo) arreglarlo desde el banquillo. Tal fue la superioridad inglesa, que ni siquiera Vinicius entró casi en juego.

El técnico italiano apostó por repetir el once titular del partido de ida, con un único cambio: entraba Militao por Antonio Rüdiger. Por tanto, repetían Camavinga en el lateral izquierdo y Rodrygo en el tridente ofensivo. Por su parte, Guardiola no realizó ninguna modificación respecto a la alineación que puso en liza en el Santiago Bernabéu.

Los primeros minutos transcurrieron como se esperaba, con un City muy dominador que ahogaba la salida de balón del Real Madrid. Tanto es así, que en los primeros 45 minutos apenas tocó balón el conjunto blanco. Los ingleses salieron a buscar el primer gol desde el minuto 1, y cerca estuvieron de encontrarlo tras una internada de un Rodri cuyo disparo no encontró portería. Walker y Stones también se animaron desde lejos, pero sin inquietar lo más mínimo a Courtois. A los doce minutos, llegaría el primer aviso serio, de verdad, de los locales. Centro medido de Grealish a la cabeza de Haaland que, en el área pequeña, cabecea a bocajarro para que el portero madridista se luzca y obrara el primer milagro de la noche cuando la grada ya cantaba gol. También generó peligro De Bruyne con un lanzamiento directo de falta que tomó por sorpresa a Courtois, pero que, por suerte, no fue dirigido entre los tres palos por muy poco.

Casi en el ecuador de la primera parte, Courtois obró el segundo milagro de la noche. De nuevo, centro a la cabeza de Haaland, el remate del noruego pilla a contrapié al belga... Y el arquero sacó el balón con la yema de los dedos. Pero nada pudo hacer un par de minutos después, cuando De Bruyne filtró un balón dentro del área para que Bernardo Silva adelantase a los suyos. Error en la marca de Kroos, que no siguió al portugués. El 1-0 se veía venir y, tras ello, los jugadores del Real Madrid hicieron una especie de piña en el centro del campo para darse ánimos. Pero el City no aflojaba, y pudo llegar el 2-0 con un derechazo de Haaland que por poco no encontró la escuadra. 

El dominio local era aplastante. Para que se hagan una idea, el Real Madrid solo completó 45 pases en la primera media hora de partido. Y el primer disparo, -y qué disparo-, llegó en el 34', con un zapatazo de Kroos desde su casa que se estrelló en el travesaño. Pero la reacción madridista seguía sin llegar, y Bernardo Silva aprovechó un rechace dentro del área para marcar el 2-0 con un testarazo a portería vacía. Los de Guardiola sabían que eran muy, muy superiores, y buscaron el 3-0 antes del descanso, pero no lo encontraron.

Ya en la segunda parte, el Real Madrid trató de hacerse fuerte con el balón por primera vez en toda la noche, pero sin apenas generar peligro más allá de un lanzamiento directo de falta de Alaba que sacó Ederson con los dedos. Ancelotti veía que el equipo no reaccionaba, y en el 61' dio entrada a Rüdiger por Modric. Así, Camavinga se metía en el centro del campo y Alaba pasaba al lateral. El Manchester City, por su parte, se encontraba cómodo cediendo el balón a los madrileños y saliendo al contragolpe. Estaba mucho más cerca el 3-0 que el 2-1, y solo un pie milagroso de Courtois evitó que Haaland se sumase a la fiesta en el 73'. 

Pero el tercero no llegaría por medio del noruego, sino que sería fuego amigo. Saque de falta de De Bruyne, la peina ligeramente Akanji Militao introduce el balón en su propia portería. Minuto 76, 3-0 en el marcador y eliminación merecida. La grada del Etihad era una fiesta. Se sabían en la final (a la que llegan como claros favoritos) y lograron su venganza contra el Real Madrid. Pero antes del final, quedaba un último golpe. En el 91', balón filtrado de Foden y gol de Julián Álvarez para poner el lacito a una noche de pesadilla en el Etihad. Los blancos, a pensar desde ya en la próxima temporada.


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Sábado 23 noviembre
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