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Vinicius y Mbappé salvan a Ancelotti: la crónica del Celta - Real Madrid

de Diego Rivero Mosqueda
Vinicius y Mbappé, Real Madrid

El Real Madrid empezó su encuentro muy intenso en la presión frente a un Celta que intentó tener el balón con posesiones largas. Esto hizo que los celestes encontrasen la primera ocasión del partido con un pase entre líneas de Borja Iglesias hacia Swedberg, aunque finalmente fue fuera de juego. Los de Carlo Ancelotti poco a poco se desquitaron de los buenos movimientos defensivos de los locales, aunque la circulación de balón no fue la más rápida posible. Y la volvió a tener el sueco, pero Thibaut Courtois volvió a ser salvador para evitar el primer gol en contra. La devolvió rápidamente Fede Valverde con un disparo muy potente desde la media luna, pero Vicente Guaita despejó a saque de banda con mucha seguridad.

PARTIDO DE IDA Y VUELTA

El Celta le dio la vuelta al pequeño dominio del Real Madrid, y es que tras las acciones más claras de los de Claudio Giráldez, los de Ancelotti reaccionaron poco a poco con un gran Valverde en el medio y un Vinicius acertado en los contraataques. Pese a ello, los celestes volvieron a subir la intensidad, y sus vasculaciones fueron muy efectivas, impidiendo el ataque a los espacios de los madridistas. Y llegó el gol no, el golazo de Kylian Mbappé, que la coló en la escuadra con un derechazo desde la media luna tras un error de Fran Beltrán en la salida de balón. El 0-1 apareció cuando más lo necesitaban los blancos, ya que existieron muchas dudas en los jugadores.

Para el resto de la primera parte, el Celta se vino arriba poco a poco para tratar de cambiar el resultado adverso, aunque el Real Madrid se mostró sólido en defensa. En ataque se utilizaron más los espacios, aunque sin mucha efectividad por parte de los blancos. Las posesiones fueron más lentas hasta que algún delantero encontrase sola su marca, pero no hubo mucha claridad en la distribución. El que intentó agilizar la distribución fue Jude Bellingham, sobre todo apareciendo entre líneas para asistir a Mbappé, aunque ninguna intentona salió bien. Aun así, el que tuvo la mejor ocasión para poner el segundo gol en el marcador fue Vinicius de cabeza tras un centro de Valverde, pero salió desviado su remate. Y se cumplió el tiempo reglamentario con, una vez más, mucho ida y vuelta entre ambos equipos.

NO PUDO EMPEZAR MEJOR LA SEGUNDA MITAD

Jude Bellingham tuvo la primera acción de peligro del Real Madrid y de la segunda parte tras una jugada individual espectacular, pero su disparo se marchó desviado. Aun así, el que golpeó primero fue el Celta tras el tanto de Swedberg, que a la tercera anotó su tanto. La jugada comenzó desde la banda derecha celeste, y un pase al punto de penalti lo aprovechó el sueco para batir a Courtois. Y justo en la siguiente posesión, un pase interior del inglés lo aprovechó Mbappé para regalarle el gol a Vinicius, que la coló dentro, pero fue fuera de juego claro del de Bondy. El revés le vino mucho mejor a los de Giráldez, que se vinieron arriba y embotellaron a los madridistas, que no tuvieron capacidad de reacción.

Los cambios de Ancelotti llegaron en el minuto 63, y se marcharon tanto Valverde como Camavinga, con la idea de que Modric fuese la brújula que necesitaba el Real Madrid, así como Rodrygo Goes el puñal por la banda derecha. No tardó en verse el efecto de estas sustituciones sobre el césped, y es que el croata introdujo un pase interior que rompió dos líneas para Vinicius, que al más puro estilo Cristiano Ronaldo dejó sentado a Guaita para remontar el partido y poner el 1-2. Eso sí, tuvo que emplearse a fondo Courtois con el pie izquierdo para evitar el empate del Celta en la siguiente jugada.

SIN MUCHA SEGURIDAD ATRÁS

La defensa del Real Madrid fue lo más inseguro de todo el campo, y Mingueza tuvo en su bota izquierda el empate a dos con un zurriagazo que se marchó fuera por poco. Ni Antonio Rüdiger, ni Militao ni tampoco Tchouaméni salieron a encimar el disparo del celeste, y es que la zaga estuvo muy perdida. Y el peligro llevó la firma local durante la mayoría de los minutos, con un Celta a un nivel altísimo en transiciones ofensivas, mientras que los de Ancelotti no supieron presionar arriba, y la circulación con balón fue tétrica. El cambio de sistema introducido por el italiano no funcionó en ninguna parte, y muchos jugadores estaban completamente perdidos.

En los últimos diez minutos de encuentro, Dani Ceballos entró al campo para intentar controlar más el partido en el centro del campo, aunque sin mucho éxito. Eso sí, las posesiones largas comenzaron a darse con más frecuencia, pero completamente estériles y arriesgando en ciertos pases en lugares donde no se podía hacer. El Celta, con las fuerzas más justas, no pudo ejecutar la presión del resto de partido, y los madridistas aprovecharon para dormir el encuentro y rebajar tensiones. Añadió cinco Hernández Hernández, y el Real Madrid decidió que era buena idea encerrarse, algo que aprovecharon los celestes con un pase en largo de Alfon, y el remate de Douvikas se marchó fuera en el 93' rozando el palo. Aun así, los tres puntos se los llevaron los de Ancelotti, pero con mucho sufrimiento.


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