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90 minuti

de Jorge Calabrés

Si algún equipo sabe que el partido no acaba hasta que pite el árbitro ese es el Real Madrid. El conjunto blanco ha ganado Champions, Supercopa de Europa y numerosos partidos en el tiempo añadido. A su vez son muchos los encuentros que ha empatado o perdido por incomparecencia al comienzo o por falta de concentración en los momentos cruciales ante rivales, a priori, más débiles. Este es el ying y el yang que persigue al equipo madridista a lo largo de su historia. Tan cierta es su leyenda de inmortal como la de que facilita a veces la tarea al enemigo por exceso de confianza. 

Ante el Villarreal fue por falta de intensidad. El equipo de Zidane tiró la primera parte y no pudo culminar la remontada en la segunda. Contra Las Palmas fue distinto. El Madrid fue superior, salió bien y propuso más que los de Setién. ¿Entonces cuáles fueron sus errores? Pues dos faltas de concentración, especialmente la del segundo gol del conjunto canario. El líder supo luchar hasta que llegó el tanto de Benzema que parecía matar definitivamente a los amarillos. Todo estaba visto por sentencia hasta que, con mucha suerte también, Araujo remató sobre la línea de portería en el minuto 85. La heroica tampoco funcionó esta ocasión y es que hubo fallos que sí son comunes en los dos últimos encuentros. 

La fiebre amarilla se ha instalado en el Real Madrid y para cortar esta epidemia ante el Dortmund tendrá que mantener la misma intensidad de principio a fin. 90 minuti. Ni un segundo menos (sin contar el añadido) es lo que dura un partido de fútbol. Y, salvo cambio poco probable en el reglamento, los blancos deberán luchar por igual en todas las fases de los encuentros. Ya está bien de la misma cantinela de siempre. Ni más faltas de concentración ni más excesos de confianza. Zidane ya cantó las cuarenta a sus hombres después del Villarreal. Este domingo toca de nuevo levantar la voz en el vestuario. Hubo mejoría ante Las Palmas, pero no la suficiente. En el Real Madrid solo vale ganar y no se pueden regalar puntos sin ton ni son. Estos son los errores que han costado las últimas cuatro Ligas.