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Ancelotti, el equilibrista

de Jorge Calabrés

Paseo del Real Madrid en Anfield, plaza histórica y maldita hasta la fecha para los blancos. El equipo de Ancelotti supo contener y romper a un Liverpool que sufrió de lo lindo ante la calidad madridista. La genialidad de Ronaldo, el acierto de Benzema y la magia de Isco y James acabaron con los reds dando las gracias por haber encajado solo tres y salvarse de un ridículo aún mayor. 

El chorreo de Boluda llegó, aunque fuera casi seis años después. El Madrid demostró quien manda en Europa. El campeón dio una exhibición de las que encandilan aficionados y asusta rivales a pesar de estar 'solo' en el mes de octubre. En vísperas del Clásico, los de Ancelotti llegan lanzados y en plena forma. 

Mucha culpa del gran momento blanco es del técnico italiano. Carletto ha sabido encajar piezas al igual que la pasada temporada. Su tozudez a la hora de probar a Di María en el trivote fue clave para ganar la 'Décima', y quién sabe si ese centro del campo nuevo formado por Kroos, Modric y James no es la llave para estar en Berlín el próximo mes de mayo. 

Especialmente destacable es el trabajo defensivo de James e Isco en Anfield. Dos centrocampistas ofensivos, con gol y último pase, y por los que pocos apostaban que se fajarían de aquella forma ante los Gerrard, Henderson y compañía. Desde que aterrizó en Madrid, Ancelotti ha vivido obsesionado con el equilibrio. Con paciencia y mimo se sacó la mejor versión de Di María en una posición inédita para el argentino con la camiseta blanca. Esta campaña, con las mismas virtudes en su gestión, va camino de convertir a James e Isco en 'todocampistas'. Y es que, a pesar de vivir siempre en la cuerda floja, Carletto ha demostrado que su ceja señala el camino hacia otra temporada histórica.


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