Bailar al son de Isco
No es el más alto ni el más guapo, pero sí el que más clase tiene. Isco es ese yerno que toda suegra quiere tener. No habla mucho, siempre está atento, es inteligente y, sobre todo, muy elegante.
Cada pelota que posee la pega al pie, sortea rivales como si fuesen picas de entrenamiento y siempre elige la mejor opción. Piensa dos segundos antes de los demás y eso sus compañeros lo agradecen, en especial Cristiano. En su gol, se plantó solo en la frontal y, mirando hacia Cristiano, sorprendió a Mariño con un fuerte chut.
Pero también sabe pelear. Se pegó en el centro del campo para montar el tercer tanto, se zafó del abrazo rival y, con un toque sutil, sorteó al defensor. Asistió a Cristiano y el luso hizo otro tanto de forma brillante.
Y es que Isco está aprovechando cada oportunidad que le da Carlo Ancelotti. Se sabe importante en el equipo aunque no siempre sea titular. Pocos jugadores tienen la magia del malagueño y pocos magos saben hacer los trucos de Isco. El madridista es el compañero que todos quieren tener. Que se lo digan a Cristiano.