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Bale: irresponsable pero valiente

de Jorge Calabrés

Gareth Bale está en el ojo del huracán tras recaer de su lesión muscular en el sóleo y perderse el importante partido contra el PSG. Ídolo en Gales, no quiso perderse el intrascendente encuentro ante Andorra de la semana pasada. Fiesta nacional en el país británico, el madridista no descansó para celebrar sobre el césped junto a sus compatriotas la histórica clasificación para la próxima Eurocopa. No era necesario, y mucho menos jugar los 90 minutos, pero Bale sintió una irresponsable pasión por no faltar a tal cita. El galés no pensó en las consecuencias que podía tener su acto para el Real Madrid, el club que paga su multimillonario contrato,  y en los compromisos que tenía que afrontar con la camiseta blanca en los próximos días. Llegó tarde, tras acudir a diversos y gozar de un día más libre, y sin apenas un entrenamiento fue titular ante el Levante. El resultado ya se conoce. El de Cardiff se suma a una lista de lesionados ya de por sí amplia. 

Algunos aprovechan la irresponsabilidad de Bale para atacar de nuevo al galés. Esa campaña, contra un jugador excepcional para intentar abofetear al presidente del Real Madrid, no tiene fin. Ahora incluso califican al potencial Balón de Oro de "poco madridista". Bale fue un irresponsable sí, pero no se borró del duelo ante el Levante. Su ansia de jugar todo le pasó factura y deberá aprender en un futuro para no volver a perjudicar a su cuerpo y a su club. Fue valiente porque otros, incluso sin calambres, no hubieran disputado la jornada liguera para centrarse en el rimbombante partido de Champions League. Quiere ganar todo, quiere ser el mejor vestido de blanco y para ello se deja el alma en cada encuentro. No maten a Bale, porque Bale es y será grande en el Real Madrid. 

PD: La lesión de Bale fue destapada cuando Edu Aguirre pilló al galés entrando en una clínica el pasado domingo. Una lección de periodismo para todos aquellos que critican El Chiringuito sin valorar en su justa medida el formidable trabajo que realiza una redacción sobresaliente día sí y día también. Mientras unos comían patatas frente al ordenador calentintos en la oficina, Edu Aguirre aguantó el chaparrón que caía sobre Madrid para pillar infraganti a la estrella blanca y a los fisioterapeutas. Cuando uno lee y escucha a algunos gurús del periodismo sobre el programa de Pedrerol piensa: Ladran, luego cabalgamos. Menos jetas y más periodistas de pisar la calle, chupar frío y pelear hasta la saciedad cada noticia. Porque al final eso es El Chiringuito: esfuerzo, dedicación y trabajo. La única fórmula posible para llegar al éxito y, sobre todo, para mantenerse en la cima durante tantos años. 


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