Calma antes de la tempestad
Obviando el temor al devastador 'virus FIFA', que ha vuelto a cobrarse nuevas víctimas en las figuras de Benzema y Modric, el Real Madrid vive este parón de selecciones en una especie de tensa calma a la espera de un periodo de la temporada que puede ser clave en el devenir del equipo. Es un hecho que Benítez y sus hombres no han sabido aprovechar el benévolo calendario del que han disfrutado en este inicio de campaña. A los blancos se les han escapado, de forma inesperada, unos puntos contra Sporting y Málaga de los que se echan en falta cuando el curso futbolístico llega a su fin.
En apenas 23 días, los que van del 17 de octubre al 8 de noviembre, el Real Madrid afronta una maratón de partidos entre los que destacan, por su dificultad, las visitas a Balaídos y Sánchez Pizjuán y el doble duelo de Champions League ante el PSG. En la competición doméstica, los pupilos de Rafa Benítez deben jugar en dos estadios en los que la victoria no se consigue fácilmente, algo de lo que puede dar fe el Barcelona, y en los que sumar los tres puntos supondría mandar un aviso al resto de rivales de esta Liga, por ahora, tan competida.
Frente al actual campeón de Francia, el Real Madrid debe demostrar quién es el rey de Europa. Ganar ambos partidos al equipo que dirige Laurent Blanc supondría tener el primer puesto del grupo prácticamente asegurado y ejercería también de impulso anímico para el conjunto de cara a los duelos ante Celta y Sevilla, que llegarán justo después de los encuentros de Champions. Tras este periodo de complicadas curvas, un nuevo parón de selecciones llegará como antesala del gran clásico, el Real Madrid-Barcelona que se disputará el fin de semana del 21 y 22 de noviembre en el Santiago Bernabéu.
De ahí viene la importancia de este pequeño tramo de la temporada. Llegar al duelo ante el Barcelona por encima en la clasificación supondría anotar el primer gol en la batalla anímica del esperado encuentro entre los dos colosos del fútbol español. Por ello, tras un inicio en el que no todos los resultados cosechados han sido los que se esperaban, Benítez y sus jugadores deben afrontar este periodo como una gran oportunidad para dar un puñetazo encima de la mesa, como la ocasión de demostrar que éste puede ser un gran año para todo el madridismo.