Casillas desvía el foco
Muchos son los debates que han acaecido los últimos días en torno a la figura de Iker Casillas. Muchas han sido las críticas que le han llovido al de Móstoles, seguramente casi todas merecidas. 'El Santo' está perdiendo sus poderes de origen divino. Los reflejos de los que antes hacía gala partido tras partido pocas veces emergen de sus guantes. Sin embargo, ¿por qué algunos centran todas sus ganas, fuerzas e ira en criticar siempre al portero? ¿Miden al resto de las piezas del tablero de Ancelotti con el mismo rasero? La respuesta es no.
Desde que empezó la temporada cada encuentro que ha acogido el coliseo blanco no ha sido el que se presuponía tras los fichajes de jugadores de la talla de James o Toni Kroos. La euforia implantada en el universo merengue durante toda la pretemporada se ha esfumado. Existen factores que no se le deberían escapar al madridismo como son la precipitada salida de Xabi Alonso y la venta de Di María. Esta última rodeada de una atmósfera de desencuentros, descalificaciones y contradicciones que han supuesto la pérdida de una figura clave en el esquema de Ancelotti y ha provocado que el desequilibrio ganara a la calma siempre pretendida por Florentino.
Sin embargo, la reciente actualidad parece habérsela llevado entera Iker Casillas. El cancerbero ha copado gran parte de las portadas que se han hecho eco de cada gol, de cada error - o casi error- y con una desmedida minuciosidad surgida en torno a la figura del mismo. ¿No se debería hablar más de que el equipo está partido en dos?, ¿de que el Madrid pese a haber ganado al Basilea no jugó a nada? Hablemos más del centro del campo, en el que los rivales encuentran huecos que aprovechan y terminan en demasiadas ocasiones con el esférico en el fondo de la red - y ojo, no es sólo culpa de Casillas, miren la defensa… no hace aguas, naufraga- ¿Y qué es de Benzema? ¿Callará y tapará a todos la boca por el golazo que se sacó de la manga contra los suizos? Me alegro del 'Benzegolazo', pero más júbilo me produciría verle marcar con asiduidad.
Si existen problemas, repartamos culpas, y que nadie se vaya de rositas.