Como un rebaño
Así se salió del Santiago Bernabéu el pasado lunes debido al estreno de la nueva zona de animación. Parte del tercer y del cuarto anfiteatro del fondo sur era ocupada por primera vez en el Santiago Bernabéu por las voces cantantes en el feudo blanco.
Cercados y vigilados por guardias de seguridad y vallas de metalcrilato, los que llevan la voz cantante en Concha Espina animaron como siempre e hicieron que algunos de los occisos, que ocupan parte de esa zona, alzaran la voz por 'su' Madrid. La sensación era de que estos tenores de la algazara tenían mucho más respaldo que cuando custodiaban la portería de los soplos y dimes y diretes. El coro era mayor; la adaptación y aprendidaje de los sonetos llegará y el fondo animará como nunca, pero no todo es del color de la segunda equipación blanca.
El acceso por puertas colindantes a esta zona era un auténtico fortín. Zonas valladas a las cuales un simple aficionado no puede acceder debido a que seis 'seguratas' custodian unos biombos de metal que, anclados al suelo, dejan más que claro que a esa zona uno no es digno de entrar por supuesta protección.
Las interminables colas en los 'atracabares' de dentro del Estadio se hacían aún más cuestaarriba al ver como no podias acceder a ciertas cantinas al estar precintada la zona. A los problemas en estas 'tabernas takeaway' hay que sumarle el problema más grande de todos, el apretón a la hora de abandonar el coliseo.
Con ciertas salidas capadas para la salida del grupo de animación, más de la mitad del fondo sur fue mandada a abandonar el campo por la misma torre. Abucheos y protestas anidaron en dicha bajada mientras que otros resoplaban pacientemente mientras avanzaban como semitas en Dachau aguardando su destino.
La incredulidad podía en muchos casos con las protestas a los guardias de seguridad que sirven en este caso de escudo para paladines y no para la 'plebe'. La situación se normalizará pero, simple y llanamente, porque el fondo sur se vaciará antes de que el partido finalice, algo que parece arraigado en la 'baja cultura del madridismo'. Se vaciará porque parecen haber fomentado ese desarme de aliento en los minutos finales.