Con Modric sí hay paraíso

Les tengo que decir que, por lo que palpo en el madridismo, lo único que da esperanza hoy en día es que la vuelta de Modric cada vez está más cerca. Y es que es totalmente cierto que desde que el croata se lesionó el equipo ha dado un bajón en el juego; un bache del que parece no salir y que le han hecho dejarse puntos clave en Liga a la espera de solventar el trámite del Schalke 04 y tener un nuevo rival en cuartos de final de la Champions League.

Al Madrid se le ha juntado todo: la BBC ha dejado de ser temible, ha dejado de marcar con facilidad y de crear ocasiones. Además, el centro del campo –a priori la posición más reforzada en verano- se ha quedado corto: Kroos no descansa ni un minuto, Khedira está con los dos pies, y por ende, con la cabeza fuera del Madrid e Illarra no cuenta con la confianza de Ancelotti. Para eso se fichó a Lucas Silva que ahora resulta, según los datos, que no mejora el rendimiento de Illarramendi. Un drama, en definitiva.

Pero algo tiene que ver también Ancelotti en todo esto. Demostrado está de sobra que el Madrid juega mejor con cuatro centrocampistas y dos delanteros. Si yo fuera él, no me lo pensaba y cuando vuelva James, lo alinearía en detrimento de Gareth Bale. El galés tiene muchas virtudes: gol, velocidad, desborde, calidad… pero no ayuda a que el Madrid domine el centro del campo y el partido y eso es lo que necesita el jugador que más en forma está del equipo: Isco. El malagueño necesita tener el balón siempre, sentirse dominante.

El objetivo ahora es no perder más puntos hasta el Camp Nou y llegar al Clásico por delante del Barça. Allí ya estarán Modric y Ramos, cuya ausencia también se ha notado sobre todo por lo que representa dentro del campo. Según lo veo yo, el Madrid tiene que sobrevivir como sea hasta esta fecha y sacar algo positivo en Barcelona. La sensación ahora mismo es que cualquier equipo puede poner en aprietos a los blancos y que en una noche mala se pueden escapar más puntos. Y eso es lo que hay que evitar.