Cuestión de bemoles
¿Conocen esa sensación de imbatibilidad? ¿Ese sentimiento que hace que tu calma no se perturbado por el Goliath o el David de turno? Hace muy poco que esa compunción era usual en el feudo blanco cuando el vecino flemático acudía al campo de batalla con el mismo temblor que un soldado prematuro siente en sus piernas antes del combate. Ese sentimiento casi divino ha desaparecido al mismo compás que la testiculina de los blancos en dichas cantiendas.
El cuchillo entre los dientes ha cambiado de boca en los últimos estíos. Agarrotados y sin alma han salido en momentos los guerreros de Ancelotti, quizá poco 'picados' por su técnico, pero ha llegado la hora de cambiar esto y devolverlo a su ser. Morir por cada balón, pelear por cada rechace y demostrar que el Bernabéu no es la casa de Bernarda Alba.
El Madrid es mucho más que clase y mano izquierda. Valor y bemoles son vitales en estos duelos en que como diría Bill Shankly son más que cuestión de vida o muerte. Este derbi y, lo que es más importante, la actitud que los púgiles blancos, marcarán el camino de los blancos esta campaña. Una victoria sin alma podría resultar, a la larga, peor que una derrota con valentía y bravura.
Fuerza y honor que diría Máximo. Técnica aderezada con sudor y ánima para imponerse a un Atlético que, sin nada que perder al siempre llegar con el papel de no favorito, saldrá sin esa presión constante con lo que ha de vivir el Real Madrid.
Cuatro palabras: Clase, lucha, amor y entrega.