Déjenme en paz a Juanito
El Real Madrid salió con vida de Turín tras un pésimo encuentro ante la Juventus. Lo mejor fue el resultado tras la mala imagen mostrada por los de Ancelotti. El actual campeón de Europa cuajó su peor partido en la presente edición de la Champions. Las decisiones erróneas del técnico sentenciaron a un equipo alborotado y sin precisión en el pase. Dentro del pesimismo reinante en el madridismo queda la esperanza de que el Madrid no lo podrá hacer peor en la vuelta. El 2-1 deja abierta una eliminatoria que era mucho más difícil de lo que algunos querían vender tras el sorteo.
Lo peor de la superioridad de los bianconeri en el centro del campo es que Pogba puede llegar a la vuelta. Si la actuación de Ramos la llega a firmar el pobre Illarra, el de Motrico ya está de camino a casa haciendo autostop. La desesperación por ver a un Sergio Ramos perdido en la zona de creación solo fue superable por el sentimiento de impotencia que transmitía el banquillo. El experimento de Ancelotti solo funcionó en la segunda parte contra el Atlético, ante Sevilla y Juventus quedó demostrado que la flor está bien tenerla, pero que tampoco hay que explotarla. Y si mala fue la decisión del entrenador italiano, peor fue su cabezonería en no remediar tras el descanso la inoperancia de Ramos en el centro del campo. La culpa no es del jugador, es de quien le expone al peligro en una posición en la que sus mejores aptitudes no brillan y sus defectos quedan con el culo aire.
Carvajal y Marcelo tampoco se quedaron atrás. Empeñados en hacer autopistas por sus respectivas bandas, la Juventus asaltó una y otra vez la portería del Real Madrid. El internacional español, con penalti ridículo incluido, fue un coladero constante. Lo de Marcelo no es nuevo. Sobresaliente de centro del campo para adelante, pero inseguro y fácil de sobrepasar en defensa. El Sevilla ya avisó de las facilidades que daba el Madrid en sus laterales, pero Ancelotti decidió no cambiar nada y pasó lo que pasó. Arbeloa o Coentrao, incluso ambos, estaban llamados a salvar la retaguardia en la guerra de Turín.
Una vez pasado lo peor, al Madrid le quedan 90 minutos en el Bernabéu para dar la vuelta a la eliminatoria. Otra vez toca remontada, pero es lo que hay. La Juventus no pondrá fácil el último paso hacia Berlín. Jugártela contra un equipo italiano con desventaja en el marcador suele ser sinónimo de derrota, pero el Madrid es el Madrid y es capaz de lograr lo inalcanzable. Hay que evitar el exceso de motivación. Peor es imposible y solo hay que ganar un partido. Eso sí, por favor, déjenme en paz a Juanito. Nada de parafernalia ni llamada a la épica. Solo casta, orgullo y una pizca de fútbol.