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Diario del Mundial 3: La noche de Campbell y Pirlo

de Jorge Calabrés

El Inglaterra - Italia que se vivió en Manaos fue una oda al fútbol moderno. Ambas selecciones dieron todo un espectáculo en pleno Amazonas, convirtiendo en amante del deporte balompédico hasta el más ateo en estas cuestiones. Los de Prandelli sacaron brillo a sus cuatro estrellas, se pusieron sus mejores galas y dieron una lección de ritmo, velocidad e intensidad. Los italianos, guiados por un excepcional Pirlo, presentaron su candidatura al pentacampeonato de la mejor forma posible. Inglaterra no se quedó atrás y, lejos de las decepciones de otras ediciones, fue un equipo vistoso, con una idea clara de juego y que luchó de tú a tú contra la Azzurra hasta el último minuto. La diferencia la marcaron Pirlo -¡qué grande eres Andrea!- y un Candreva poseído por el espíritu de Beckham y de sus famosas 'bananas perfectas'. 

Los azzurri tienen entrenador y no uno cualquiera, sino un técnico como la copa de un pino. Prandelli, infravalorado por gran parte de la prensa y de los aficionados, dio un repaso táctico al más puro estilo Van Gaal contra España. Italia jugó con un 4-1-4-1 que por momentos fue un 4-5-1 y por otros un 4-1-3-1-1. Lejos del conservadurismo y de un único sistema, Prandelli dio muestras de sus cualidades estrategas. La Azzurra puede sorprender a cualquier rival con un gran repertorio de alineaciones y con una idea básica, sacar el balón jugado desde atrás. Lejos de los pelotazos de otras épocas, esta Italia apuesta por el pase rápido para que Pirlo invente desde la medular.

Quizá la mayor debilidad de la selección italiana sea esa gran dependencia en Pirlo. A sus 35 años, el bueno de Andrea sigue enamorando con pases imposibles y con una visión de juego irrepetible. El centrocampista de la Juventus, lejos de la retirada, está a punto de pasar a la eternidad. Por otro lado, la Inglaterra más 'red' dejó grandes sensaciones y si sigue mostrando este nivel estará seguro en octavos de final. La buena temporada del Liverpool se vio plasmada sobre el césped del Arena Amazonia con cinco jugadores en el once inicial de Hodgson: Johnson, Gerrard, Henderson, Sterling y Sturridge. Especialmente destacable el papel de estos dos últimos. Sterling, ahora en posiciones más centradas, fue el mayor peligro para la zaga azzurri y de sus botas nació el único tanto de los pross. Gol que anotó un Sturridge que se ha ganado a pulso el portar el '9' de la selección inglesa. En definitiva, Italia e Inglaterra demostraron que otro fútbol es posible y no solo existe el 'tiki-taka' de 200 pases horizontales antes de acabar una jugada. Un estilo vistoso, entretenido y solo apto para expertos paladares. 

Por último, destacar la figura de Joel Campbell. El joven delantero tico se convirtió en uno de los nombres propios de esta primera jornada del Mundial. Costa Rica tumbó a Uruguay y dio el segundo guantazo a un campeón del mundo tras el sufrido por España ante Holanda. Campbell estalló en el verano de 2011 cuando, siendo jugador del Saprissa, realizó un gran Mundial sub20 y dejó su carta de presentación en la Copa América de Argentina. En ese momento, y con solo 18 años, decidió dar el salto a Europa. Fue entonces cuando equipos como Villarreal, Sevilla o Valencia rechazaron su contratación. Su precio era de poco más de un millón de euros y no contaba ni con un agente de ámbito internacional, aún era un completo desconocido. La primera opción del costaricense siempre fue España, incluso fue ofrecido al Real Madrid para que se incorporará al Castilla. Sin embargo en el club blanco ni se valoró esta opción al contar con Jesé, Joselu y Morata en la plantilla. Finalmente terminó en el Arsenal, aunque salió cedido al Lorient. Desde entonces comenzaría una carrera de cesiones al más puro estilo Vela. Betis y Olympiacos han sido sus últimos destinos, aunque sin duda Campbell jugará en un futuro en un grande de Europa. Quizá ahora se arrepientan muchos de los que le negaron una oportunidad hace tres años. Cosas del fútbol. 


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