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El Cid

de José Luis Pizarro

El madridismo, aquí también en Cataluña, celebra el regreso de nuestro pequeño Cid croata. Lukita está de vuelta y la confianza ha vuelto. El rubiales del Real Madrid vuelve a colorear el centro del campo con su danza transversal en el tapete de los campos, luciendo con orgullo esa camiseta blanca y muriendo en la batalla. Los peñistas del Real Madrid en Cataluña, como lo hacen universalmente, se vanaglorian de tener el centrocampista total.

Juega, hace jugar al equipo y trabaja de forma incansable en defensa. Con su regreso, el Real Madrid recupera a una pieza fundamental para el tramo decisivo de la temporada. Los datos le avalan: atesora un 91% de acierto en los pases que da a sus compañeros en Liga. Un porcentaje que apenas se resiente en campo contrario (89%). Si su fiabilidad en el juego no deja lugar a dudas, tampoco el trabajo que hace para el equipo. Con un total de 57 recuperaciones en el campeonato, ostenta un promedio de más de cinco por partido (5,2). Aunque acaba de reincorporarse al equipo, hizo un brillante partido contra el Levante este domingo. Dio 78 pases, de los cuales 74 fueron buenos (95%). Además, recuperó cinco balones. 

Una garantía para afrontar con firmeza el partido aquí en Barcelona, donde estaremos arropando a nuestro club en su llegada y, algunos, en el propio feudo barcelonista. Si nuestro pequeño Cid es croata y se llama Luka, aquí en esta comunidad autónoma se puede decir que somos un millón y medio de "cides". El club lo sabe y por eso homenajea a 400 madridistas en una recepción del club en el Museu Marítim de Barcelona.

Como dijo el estadista inglés Benjamín Disraeli, "a menudo los héroes son desconocidos".


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