El fin de Casillas
A pesar de la preocupante imagen del Real Madrid y de la dolorosa derrota ante el Atlético, el debate futbolístico se centra sobre un único protagonista: Iker Casillas. El guardameta recibió en el derbi su mayor pitada desde que debutó como profesional. El Bernabéu habló y sentenció al capitán blanco. No fue su peor noche, ni fue el único culpable del primer tanto rojiblanco, pero los aficionados madridistas demostraron su descontento con el estado de forma del cancerbero.
La abrupta salida de Diego López, su mala relación con compañeros como Xabi Alonso y Arbeloa y su órdago a Mourinho parecen ser motivos más que suficientes, además de los deportivos, para colmar la paciencia de la parroquia madridista. Este sábado Casillas vivió su peor noche y lo llamativo es que no fue por su rendimiento en ese partido en particular, sino por un cúmulo de errores y enfrentamientos que han terminado por hacer explotar al Bernabéu.
Los días de Casillas en el Real Madrid están contados. Su situación en el club blanco es insostenible y ha sido señalado como principal culpable de algunos de los males del equipo de Ancelotti. Por su propio bien, Iker debería empezar a cerrar su futuro lejos de Chamartín. Ha sido el mejor portero del mundo, será siempre una leyenda, pero es el momento de decir adiós y romper su relación con el que ha sido el club de sus amores. Esto no se trata de 'mourinhistas' contra 'casillistas' ni nada parecido, sino de que Casillas debe pensar en abandonar el Real Madrid por la puerta grande y no a gorrazos tras una monumental pitada. Con el paso del tiempo, en frío y sin la presión del debate mediático, los aficionados sabrán reconocer al portero todos sus grandes éxitos... pero también deberá estar preparado para soportar la crítica sobre sus errores como capitán del mejor club del mundo.