El infierno es el Madrid
Llega por fin el día del partido más importante para el Real Madrid en muchos años. Una vuelta de las semifinales de Champions League con ventaja en la ida, y con la firme posibilidad de alcanzar la final. Una situación en la que el equipo blanco no se veía desde hace doce años, cuando en 2002 asaltó el Camp Nou por 0-2 y sentenció en Chamartín. Una cita con la historia en la que queda totalmente prohibido fallar.
Y llega el partido después de una semana escuchando a los bávaros hablar de incendios, infiernos y todas las dificultades imaginables que puede encontrar el Real Madrid en el Allianz Arena. Los hombres de Carlo Ancelotti ya están más que avisados de lo que les espera en el recinto muniqués, con un Bayern encendido y buscando la remontada desde el pitido inicial.
Sin embargo, el Real Madrid no debería arrugarse por más que el nombre del rival y la cercanía del objetivo inviten a ello. Repetir el primer tiempo del Signal Iduna Park a estas alturas sería decir adiós a la clasificación. Como se vio en la ida, los blancos tienen armas más que suficientes para salir vivos del recinto germano y lograr por fin poner el nombre del Real Madrid en la final de la máxima competición continental más de una década después.
El Real Madrid es el Real Madrid por noches como esta. En la memoria de todos están recuerdos memorables como el de Old Trafford en el 2000, el Camp Nou en 2002 o el propio Olímpico de Munich en las semifinales de la Octava, con aquel cabezazo de Anelka que abría las puertas de París. Los Cristiano Ronaldo, Bale o Modric deben coger el testigo de Redondo, Raúl o Zidane para escribir otra página madridista en la historia de la Copa de Europa.
El partido del Allianz Arena supondrá una oportunidad de oro para enterrar de un plumazo dos de los grandes verdugos del Real Madrid. Por un lado, se acabaría con el coco germano que tantos quebraderos de cabeza ha dado a lo largo de la historia, el último de ellos hace solo dos temporadas, y por otro se derrotaría a Pep Guardiola, victorioso en muchos de sus duelos ante los blancos de los últimos años incluyendo unas semifinales de Champions League en 2010/2011. Motivos más que de sobra para salir entregados desde el primer minuto.
Mantener más vivo que nunca el sueño de La Décima bien vale el último esfuerzo.