El Madrid de Zidane
Zinedine Zidane se estrenó de la mejor forma posible como entrenador del Real Madrid. Una goleada cargada con dosis de buen fútbol que encadiló a un Bernabéu entregado desde el primer momento. El efecto Zidane ya se nota y la Santísima Trinidad del madridismo, afición, entrenador y jugadores, convive en paz y armonía.
La manita de Zidane se escinificó con un planteamiento ofensivo, ahora no solo por nombres sino también por estilo, que domina desde la posesión y prefiere jugar en campo contrario. Del 5-0-5 a un 4-3-3 armado en el que todos corren y trabajan. No todo era culpa de Benítez, pero sin duda su mensaje no llegaba como ahora lo hace el del galo.
El madridismo cierra la semana de la revolución con la sensación de que el cambio era necesario y que llega en un momento no demasiado tardío para soñar con algo grande esta misma campaña. El Bernabéu necesitaba buen fútbol y Zidane se lo dio a las primeras de cambio. La leyenda francesa es una figura respetada y admirada por todos, la representación de la fe blanca. Porque al fin y al cabo madridismo es creer.
Zidane es un entrenador sin estridencias, que no quiere enseñar a jugar al fútbol a estrellas de primer orden mundial. Siempre responde con una sonrisa y sin malos modos, con empatía. Queda así oficialmente inaugurada la etapa del madridismo happy.