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El Madrid no debe obsesionarse con Pogba

de Diego Fuentes

Paul Pogba es uno de los mejores centrocampistas del mundo, eso nadie lo pone en duda. El francés es pieza clave en el Manchester United y en la Selección Francesa por su gran combinación entre técnica, poderío físico y capacidad para gobernar y hacer suyo todo el centro del campo. Sin embargo, si no termina recalando esta temporada en el Real Madrid no se acaba el mundo. Los blancos han de actuar con paciencia e inteligencia y por mucho que se trate de un deseo expreso de Zinedine Zidane como última pieza para completar el puzle, no deben alimentar la vorágine económica que demanda el Manchester United, fijada en unos 150 millones de libras, que al cambio rozan los 170 millones de euros. Y ello como punto de partida, a no ser que los 'Diablos Rojos' acepten que algún jugador madridista participe en la operación como podría ser Gareth Bale, lo que a día de hoy no parece probable.

El Real Madrid no debe dejarse llevar por los impulsos, pues el centro del campo es la zona más poblada que posee la plantilla y donde el técnico francés posee mayores variantes para estructurar el once y confeccionar la forma en la que quiere que juegue el equipo. Si finalmente no termina por cristalizar la llegada del centrocampista francés, uno de los beneficiados al convertirse el traspaso en quimera podría ser Fede Valverde. El charrúa parte como sustituto de Casemiro pero ya en la Copa América dejó buenos detalles en los dos últimos partidos de Uruguay en el torneo, que además fueron los más exigentes: en la victoria ante Chile en fase de grupos y en la derrota de los celestes por penaltis en cuartos ante Perú. Solo tiene 20 años (cumplirá 21 el próximo lunes 22 de julio), pero su proyección y margen de mejora pueden verse beneficiados si el '6' mancuniano no recala en la capital de España, pues sus minutos decrecerían hasta el punto de ser testimoniales si en Concha Espina no le buscasen una cesión. Otro, Dani Ceballos, talento puro que de seguir podría ganarse un hueco en el once y levantar las gradas con actuaciones como las del Europeo Sub-21. Motivos de peso para no cometer una locura desorbitada.


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