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El pelotón de fusilamiento

de Francisco José Reina

No contribuiré a engrosar las filas de aquellos que llevan esperando a Cristiano desde que fichó por el Madrid más allá del ecuánime análisis crítico que merece aquel que agrede a un jugador en un partido de fútbol. Cristiano se equivocó, desesperado por la responsabilidad que cree tener al proclamarse Balón de Oro en medio de un partido que conducía al pinchazo contra un rival a priori asequible y tras ser objeto de continuadas faltas en silencio a lo largo de los noventa minutos, como consecuencia de esto al igual que en sus cinco expulsiones desde que aterrizó en Madrid. El árbitro lo sancionó con la más que merecida roja. Y punto. También sobró el gestito mientras se encaminaba al túnel de vestuarios. Injustificables ambas acciones.

Al menos, justo después del término del partido entonó el mea culpa y pidió perdón. "Pido disculpas a todos y especialmente a Edimar por mi acto irreflexivo en el partido de hoy", dijo a través de su cuenta en Twitter. Pero para el pelotón de fusilamiento poco importa una disculpa. Los que callaron ante la agresión de Raúl García - a Khedira, por ejemplo, aunque me servirían cualquiera de las que protagoniza en cada partido - o ante el pisotón de Busquets a Pepe desenfundan hoy aprovechando la polémica pidiendo, incluso, una sanción de tropecientos partidos al portugués. Pero no exigen sanciones ni critican el hecho puntual porque lo consideren justo. Lo hacen por la inquina y la indigestión que les produce el mejor jugador del mundo, actual Balón de Oro y pichichi de la Liga que milita y lidera el Real Madrid. Vomitan reproches por la condición de anti-madridistas que abanderan y no por la expulsión en cuestión, haciendo hincapié en la sanción a sabiendas del partido de Liga contra el Atlético de Madrid. 

Independientemente del acoso y derribo, Cristiano debe reflexionar y el Madrid mejorar. Sólo Benzema se salvó con sus repetidas ayudas en la construcción y socorro en los mínimos acercamientos al área por parte del equipo. Además, marcó el gol que puso el empate en el marcador. "Where are they?", se preguntaba Karim por Twitter en referencia a los 'haters 'del propio jugador que como los de Cristiano, aprovechan situaciones puntuales para cumplimentar los objetivos que sus sentimientos anti-madridistas hacen aflorar.


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