El silencio de Ramos
Sergio Ramos se ha convertido en el gran protagonista de un verano recién estrenado. El defensa calla mientras su entorno filtra a uno y otro lado distintas informaciones interesadas. Extraña y desacertada estrategia de un jugador que siempre se ha caracterizado por ir de cara sin medir las consecuencias de sus actos. Cada día que pasa en silencio su imagen empeora ante un madridismo dolido y herido por sus coqueteos con media Europa.
Ramos debe volver a ser Ramos. Necesita salir y dar su versión de los hechos. Si en algo no debe copiar a Casillas es en utilizar a voceros para defender sus intereses, ya que después será difícil diferenciar entre lo que dice el jugador y lo que es opinión del pseudoportavoz. Una ruleta rusa que puede terminar de forma trágica y con Sergio Ramos fuera del Real Madrid.
La plata no lo es todo en la vida y Ramos debe comprender que no genera ni de lejos los 20 millones de euros brutos que pide por temporada. Su pulso a Florentino Pérez es contraproducente para sus intereses, ya que en su intención de firmar el contrato de su vida está pisoteando sin escrúpulos el escudo del Real Madrid. Debe alejar a los palmeros y a aquellos que le han llevado ante tal situación. Es momento de que dé un golpe en la mesa y pida sentarse frente al presidente. Los dos solos, sin intermediarios ni terceros en discordia. Que mire fijamente a los ojos a Florentino y cambie de actitud buscando una solución por el bien de todas las partes.
El madridismo también se demuestra respetando lo firmado. Con dos años de contrato aún por delante no era el momento de lanzar un órdago a todo o nada. La actitud de su hermano ofreciéndole a todos los grandes clubes europeos no es más que una muestra de deslealtad hacia Florentino Pérez, el hombre que apostó por él cuando solo tenía 19 años. Es de bien nacidos ser agradecidos y René ha iniciado una subasta ilegal sin pensar en las consecuencias. Sergio Ramos tiene contrato hasta 2017 y si se quiere marchar antes de esa fecha tendrá que depositar la totalidad de su cláusula en la LFP. Y es que René no vio la Décima en el minuto 93, sino billetes volando hacia su cuenta corriente. De ahí radica el principal problema. Quienes creen que el dinero lo hace todo, terminan haciéndolo todo por dinero.