El vencedor fue Carlo

Isco, Marcelo o Benzema han sido algunos de los principales protagonistas de la exhibición madridista en el Clásico del pasado sábado, sin embargo, la contundente victoria ante el eterno rival ha encumbrado la figura de Carlo Ancelotti. El 3-1 ante el Barcelona reflejó los múltiples aciertos del entrenador italiano en este inicio de temporada, superando en todo a su homólogo en el banquillo azulgrana.

Tras perder ante el Atlético de Madrid en Liga hace un mes y medio, todo eran dudas sobre el rendimiento del equipo, y algunos ya empezaban a echar de menos a Xabi Alonso y Di María. Sin embargo, Ancelotti mantuvo la calma, pidió un voto de confianza para un equipo que era campeón de Europa y los frutos han comenzado a llegar tras una semana para enmarcar.

La capacidad para cubrir una baja como la de Gareth Bale con un Isco renovado y la adaptación de hombres como James y Kroos en un tiempo récord han sido algunas de las claves del buen momento que atraviesa el Real Madrid. Buena parte de la culpa de todo ello la tiene un Carlo Ancelotti que ha repetido la estrategia del pasado año, cuando tras un inicio dubitativo acabó recomponiendo el equipo hasta conducirlo a un histórico doblete.

Hasta con el debate de la portería, que amenazaba con llevarse por delante a todo lo demás, la tranquilidad y capacidad de manejar los tiempos del técnico italiano han conseguido zanjarlo momentáneamente. Carlo Ancelotti ha puesto las bases para repetir una temporada llena de éxitos y el madridismo ya ha comenzado a idolatrar a un técnico que, sin hacer ruido, está llevando al equipo a lo más alto.

Tres títulos en poco más de un año con un equipo unido, entregado y con excelentes fases de fútbol, son motivos más que suficientes para seguir creyendo en la mano de Carletto. El constructor de la ‘Décima’ es ahora el creador de unos cimientos que permiten mirar con optimismo al nuevo curso.