Florentino desencadenado
La tranquila mañana del jueves se ha visto alterada por un comunicado del Real Madrid. Florentino estaría a partir de las 13.30 horas en el Palco del Santiago Bernabéu. Madrid temblaba, y no precisamente por el terremoto de hace unas semanas. Cuando el presidente hace un llamamiento así, sin previo aviso, es porque algo ya le ha tocado las narices. Viendo la dinámica del equipo de las últimas semanas, la mala imagen ante el Schalke o las últimas informaciones, parecía que el elegido para descargar su ira iba a ser Ancelotti.
Sin embargo, nada más lejos de la realidad. Quizá porque sea algo que no es muy normal, el presidente del Real Madrid salió a la palestra para dar unos cuantos palitos a la prensa deportiva de este país, encabezada por los dos diarios principales; MARCA y AS. La portada de este jueves del primero aseguraba que el técnico italiano sería destituido si se perdía en el Camp Nou. El segundo, por su parte, raro es el día que no ataca al presidente por una u otra cosa. Y al final, tanto va el cántaro...
Entre hostiazo y hostiazo, Florentino aseguraba que Ancelotti contaba con su confianza, también Bale, criticado hasta la saciedad por ser, como ya es sabido, fichaje del presidente. Primero, como bien aseguraba 'Tito Flo', se dijo que tenía una hernia -un bulo made in MARCA- y cuando se demostró que no era verdad, que no era buen jugador o que no encajaba en el Real Madrid. Quizá el gol de la final de Copa ante el Barcelona o el marcado ante el Atlético le escuezan a más de uno en sus partes nobles.
Guste o no, sea buen momento o no, o las formas no hayan sido las correctas, la verdad es que se necesitaba algo así. Ahora que ha vuelto a estar en boca de todos, esto es el Mourinhismo. Anteponer el club a todo lo que intenta hacer daño desde fuera del club. La piña no es solo entre Ancelotti y sus jugadores. La piña pasa también por todos los directivos y aficionados. Muchos no lo entendieron en su día. Precisamente los mismos que solo piensan en meter mierda al campeón de Europa. Ahora, Florentino se ha puesto el mono de trabajo, y en una mezcla entre Señor Lobo y Django, ha ido dejando una ristra de cadáveres que ya quisiera para una de sus películas el notable Tarantino.