Gladiator

Arribó James al Santiago Bernabéu. Un ingeniero de 23 años con educación, cultura y un saber estar que van acordes al escudo que representará hasta que le dejen. Como Máximo Décimo Meridio en la arena de Zucchabar fue recibido James en un Bernabéu cargado de raices cafeteras, pero ese no era el verdadero Coliseo.

Yo, muy de James desde que aterrizó en el mejor club para crecer, observé la presentación con asombro y morriña de la de Cristiano hace un lustro ya. Fue entonces cuando asaltó en mí un pensamiento de desdicha y de desconfianza.

Cristiano acumuló a 80.000 personas que mojaron sus enaguas tras la primera sonrisa del portugués, pero meses más tarde comenzó a oir música de viento por su anhelo de demostrar que es el mejor jugador del mundo. Aquel público no podía ser el mismo que vibró con su primer paso en el escenario más importante del mundo.

James ha llegado también bajo el amparo de un Florentino Pérez que, como Próximo en el flime de Ridley Scott, sabe que su gladiador hispano (americano) puede conquistar a todo un Coliseo con el show que ofrece allá por donde va. Ahora, James no tendrá un único Cómodo, sino que tendrá 80.000 analizando su tarea combate tras combate.

Pero una cosa es cierta, Máximo se ganó al Coliseo, Cristiano ha acabado ganándose a todo el madridismo de bien y James lo conseguirá. El cafetero verá como oir tu nombre coreado por toda una ciudad sabe a poco una vez alcanzada la gloria con dichos alentadores. La historia no ha hecho nada más que comenzar.