Goles desequilibrados
Dos son las conclusiones que se pueden sacar de la 'manita' del Real Madrid al Legia Varsovia que lamentablemente levantó más expectación, y miedo, por la visita a la capital de España de los violentos ultras polacos. La primera es que el conjunto blanco perdió el equilibrio con James y Asensio acompañando a Kroos. La falta de un centrocampista con más recorrido como Kovacic, Modric o, sin duda, Casemiro dio vida al débil equipo que ocupa la 13ª posición en la Estraklasa, como se conoce a la Primera División de Polonia. Una prueba fallida que sin duda debe servir a Zidane de lección para futuros compromisos, ya que todos ellos exigirán mucho más al actual campeón de Europa.
Y la segunda no es otra que la confirmación de Lucas Vázquez como comodín oficial del Real Madrid. Juega bien de todo. Da igual que lo haga de extremo derecho, a pierna cambiada o como interior. Siempre responde el canterano. Su sacrificio por el bien del equipo ha dejado de ser noticia para convertirse en una costumbre. Así se hizo importante la pasada temporada y así irá encontrando su hueco poco a poco en esta. Su polivalencia fue la baza de Zidane pare revolucionar un partido en el que el Madrid se había partido dos por su frágil medular. A las malas siempre se puede contar con Lucas Vázque para solucionar la papeleta.
La suma de estas dos conclusiones es que entre Kroos, Casemiro, Modric y Kovacic, dos de ellos siempre tienen que estar en el once para que las transiciones entre ataque y defensa no se transformen en un vía crucis para el Real Madrid. El equilibrio, la bendita simetría que se encontró con Casemiro y que llevo La Undécima a las vitrinas del Santiago Bernabéu. El plan B al brasileño debe ser Kroos acompañado de otro mediocentro. El invento ante el Legia Varsovia no funcionó aunque los goles, por fin la pegada ya está de vuelta, cerraran las grietas de un Real Madrid que puso por momentos la M-30 completa hacia la portería de Keylor Navas.