Agotados y superados
Anoche, el Real Madrid cayó eliminado de la Copa del Rey tras un mal partido en San Mamés. El Athletic fue superior y no dejó ni respirar al conjunto blanco con una presión alta asfixiante y un trabajo táctico y defensivo descomunal. Los madridistas estuvieron maniatados y no pudieron resolver a su favor un encuentro que desde el inicio pintaba feo.
Ancelotti apostó por Rodrygo y Vinicius en la delantera, junto a Marco Asensio como falso nueve, y a los dos brasileños se les vio agotados. Ambos traían muchos kilómetros a sus espaldas después del último parón de selecciones en Sudamérica, pero Carletto decidió incluirles en el once titular. Una decisión controvertida, ya que al equipo se le vio sin ideas y sin fluidez ofensiva. La delantera del Madrid apenas generó peligro y no pudo dar salida a sus centrocampistas. Cada balón en transición caía en manos de unos jugadores bilbaínos muy acomodados. Solo hubo un tiro a puerta en todo el choque (Casemiro en el minuto 80, acción que pudo cambiar el partido), dato que evidencia la pobre actuación del ataque madridista. Pese al atasco ofensivo, Ancelotti no movió ficha, con Bale, Jovic y Hazard en el banquillo, y falló intentando buscar la prórroga.
Atasco que aprovechó y que potenció el Athletic para asfixiar a los blancos. Los leones dominaron y acorralaron a los merengues que se vieron superados en todo momento e incapaces de desarmar la muralla vasca. El centro del campo estaba bien cubierto y Modric y Kroos no pudieron desarrollar su magia. Solo se salvó una defensa implacable. Militao y Nacho, acompañados por Lucas y Alaba en los laterales, cuajaron un encuentro muy sólido e impidieron que la derrota fuese mayor. En definitiva, mal partido. Se dice y punto. Pero somos el Real Madrid. Toca levantarse, como hemos hecho siempre, y pensar ya en LaLiga y en la Champions. La temporada aún puede ser maravillosa.