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Asensio, ante su punto de inflexión

de Javier Rubiano

La irrupción de Marco Asensio en el Real Madrid fue espectacular. Tras un año de cesión en el Espanyol, el balear convenció a Zidane durante la pretemporada de 2016 y logró hacerse un hueco en la primera plantilla. En su debut oficial, en la Supercopa de Europa frente al Sevilla, abrió el marcador con un zapatazo que se coló por la escuadra. A partir de ahí, el mallorquín acostumbró a la hinchada madridista a golazos antológicos y jugadas maradonianas. Al menos hasta 2018.

Tras el Mundial de Rusia, la progresión de Asensio experimentó un frenazo significativo. La llegada al banquillo de Lopetegui hacía presagiar una mayor participación del balear, pero lo cierto es que la temporada 2018-19 fue para olvidar: solo 6 goles (3 de ellos en Copa del Rey) en 44 partidos disputados. Comenzó entonces la pretemporada de 2019, ya con Zizou de vuelta en el banquillo, con el deseo de reivindicarse tras un mal año. Sin embargo, la suerte no se alió con el atacante madridista, que se lesionó en un amistoso durante la gira por Estados Unidos. Una lesión que no le permitió debutar la pasada temporada hasta después del confinamiento. Es decir, casi un año de baja.

Llegados a este punto, la actual se antoja como una temporada vital para Marco Asensio. A sus 24 años (cumple 25 en enero) aún está a tiempo de recuperar el nivel exhibido durante sus dos primeras temporadas de blanco, cuando incluso había voces que le veían como un futuro Balón de Oro (incluso el club rechazó una oferta de 180 ‘kilos’ del Liverpool). Ya no tiene excusas, está completamente recuperado y se encuentra en una edad ideal para un futbolista. Ahora depende de él derribar la puerta.


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