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Camavinga es un espectáculo

de Javier Rubiano
Eduardo Camavinga, Real Madrid

Desde el primer día en que Eduardo Camavinga vistió la camiseta del Real Madrid, reventando el carismómetro y viendo portería casi en el primer balón que tocaba (ante el Celta), la afición sabe que tiene en el francés un diamante en bruto. Su primera temporada como madridista se ha saldado con tres títulos (Liga, Champions y Supercopa de España) y, pese a no haber sido titular indiscutible, su participación saliendo desde el banquillo ante el PSG, el Chelsea y el Manchester City fue decisiva en el camino hacia La Decimocuarta. No sorprende teniendo en cuenta que Camavinga se comió él solito al centro del campo del Paris Saint-Germain cuando solo tenía 16 años y militaba aún en el Rennes.

En los dos partidos que llevamos de pretemporada, el joven -pero ya maduro- Eduardo ha demostrado que lo de la pasada campaña no fue un espejismo. Cada vez que toca el balón, te enamoras más de su fútbol. Es uno de esos escasísimos futbolistas que te entran por los ojos desde el primer momento en que los ves. Esta temporada, 'Cama' aspira a dar otro salto en su carrera y entrar más asiduamente en el once titular del Real Madrid, por más que la competencia sea feroz en el centro del campo del vigente campeón de Europa. Cualidades tiene de sobra; y el cariño y admiración de la afición, también.